Una mujer sin historia

(Escrita por David Cotos – Perú 2011)

Su cuerpo le dolía de haberla amado tanto.

Blanca, Lidia y Carmen escuchaban con atención a Teresa, mientras esta última seguía relatando la historia del almuerzo de los viernes.

Ella era la más feliz, cuando ya no pudo más, él le había masajeado los pies como sólo lo hacen los conocedores del arte de hacer el amor a una mujer. Ella sintió un escalofrío que la invadió totalmente, se sentía la mujer más deseada del mundo. Ondas de placer recorrían cada rincón de su cuerpo. Él se detuvo por un instante para luego echar vino sobre la piel de ella, procedió a olerla y percibir su nueva fragancia de mujer, ella lo miraba, él la miraba, en el tocadiscos sonaba una canción de amor. A continuación procedió a lamerla entera, comérsela como quien se come el plato más exquisito, no dejando nada ni hueso ni pellejo.

Eran los años 70, el boom de la producción de espárragos está en todo su furor en el pueblo de Quinti que se encuentra al oeste de la ciudad de Trujillo, al norte de Lima. En medio de esa efervescencia se encuentran cuatro amigas trabajando en una de las muchas empresas que se han creado. La mayoría de empresas tienen un predominio de mano de obra femenina porque dicen “los que saben” que el producto manipulado por las mujeres se hace amigable y no se malogra tan fácilmente.

Ellas disfrutan con su trabajo, especialmente porque no hacen turnos rotativos como ocurre con otras chicas. Tienen preferencias que no tienen otras. Las envidian por eso, pero para ellas ese asunto las tiene sin cuidado, al fin y al cabo si otras trabajadoras piensan mal es de seguro porque tienen la mente cochina (así suele decir Blanca).

Teresa es la lideresa del grupo, alta y caderona, de tez levemente trigueña, cabello castaño rojizo, de gustos como aretes largos y ropa roja, amarilla y verde. Ella es la voz de mando a la hora de salir al comedor, hace la cola con sus tres amigas, reciben las bandejas y buscan el mejor sitio
(o sea los ventanales frente al área de campo verde). Teresa acostumbra contar relatos novelados los viernes. Sus amigas esperan con ansias dicho día para escuchar las historias eróticas de Arturo y Elena (así se llaman sus personajes principales).

Blanca es la filósofa del grupo, le gusta hacer reflexionar a sus compañeras. Suele debatir con sus amigas, para ello siempre escoge el mismo tema: las mujeres y su particular mundo.

Lidia, es la chismosa del grupo, es la encargada de actualizar a las demás con “las últimas” de los ingenieros y las últimas de “las otras” chicas que trabajan con ellas. Toda la información la recopila con el jefe de personal de limpieza con quien los días martes por la noche une religiosamente su cuerpo para dar rienda suelta a su apetito carnal.

Por último Carmen, que es la más joven del grupo (18 años). Para ella, su única aspiración es ser como Teresa. Conocer de los hombres así en su amplitud, saber cómo encantarlos, seducirlos y hacerles el amor. Es la que más goza con las historias de Arturo y Elena, hasta tiene ideas de llevar un lapicero y un papel, los días viernes, para tomar nota de todo lo que relata Teresa. Los fines de cada mes, Carmen tiene por costumbre llevar una cajita con productos de belleza de una marca conocida de Lima, al terminar el almuerzo (muy rápido comen las cuatro esas fechas) les muestra desde cremas para la limpieza del cutis, pasando por delineadores y culminando con perfumes con olores exquisitos como los cítricos.

Las cuatro amigas tienen muchas cosas en común, quizá la más importante es lo preciosas que son. Quinti es un pueblo caracterizado por tener el noventa y cinco por ciento de sus habitantes mujeres bellas (el otro cinco por ciento son potonas). Caminar por sus calles es andar por el paraíso, las tienes de todas las edades, todos los colores, todos los olores y todos los sabores. Gustan de escuchar canciones románticas en castellano y en inglés un poco de Bee Gees y Abba. Todas tienen enamorado a excepción de Blanca que tiene un machucante oficial.

La diferencias entre las cuatro son a causa de los pocos ingenieros que entran a trabajar en la empresa. Teresa siempre presume que ella si quiere se los tira a cualquiera de ellos, con tal en su barrio ha probado a cuantos ella ha querido. Carmen quiere ser así pero le falta esa valentía que tiene Teresa para hacerlo, además está de enamorada con el Juan y él es muy celoso. Lidia se regodea de felicidad cuando la escucha a Teresa, por las noches le cuenta al jefe de personal de limpieza lo que ha hablado Teresa y este a su vez se lo cuenta a los ingenieros, luego en efecto Teresa pasa a tener más gollerías de las que ya goza en la empresa. Sólo Blanca es la única que siempre que Teresa cuenta su última pendejada, le busca hacer reflexionar para que cambie. Blanca es un poco ilusa, piensa que la gente va cambiar siendo adulta.

Teresa: Ayer me fui a Huanchaco con el italiano Pezzota, ese que vive en Moche, nos bañamos, me invito un helado y luego nos fuimos al Club Central.
Blanca: Teresa, tú estás con tu menstruación ¿verdad?
Teresa: Si ¿Y?
Blanca: Mujer, te aumenta la temperatura, vas a la playa de agua fría y se te enfría la sangre. Ten cuidado porque te pueden salir quistes ováricos.
Teresa: Ja ja ja. ¿De qué hablas?
Blanca: Yo he leído eso en una revista argentina. Es en serio, no te rías, la enfermedad del futuro va ser el cáncer.
Teresa: La vida es para disfrutarla, no me vengas con historias de revistas.
Blanca: Soy tu amiga y quiero tu bien. Es más te cuento a ti y a ustedes chicas que si alguna vez abortan, dios no quiera, lo más probable es que en el futuro mueran de cáncer.
Teresa, Lidia y Carmen se miran entre si, no se ríen. Carmen a sus 18 años ya ha tenido un aborto, producto de un descuido, según ella, con el Juan. Sólo le ha contado a su mamá, es extraño pero desde ese día le aparecieron unas manchas entre las mejillas y la nariz, que las odia pero que le va hacer es el precio por matar a esa criatura.

Teresa: Blanca ¿Por qué hablas esas cosas a la hora de comer? Me fastidian realmente.
Blanca: Sólo quiero que no les pase nada malo a ustedes, las quiero como si fuesen mis hermanas que nunca tuve.
Blanca pone cara de tristeza. Sus amigas la miran con ternura.

Teresa: Esta bien, esta bien. Retomando el tema, por la noche volvimos a Huanchaco y nos subimos cada uno a un caballito de totora.
Lidia: Que loca que eres.
Teresa: Loca no, loquita si y riquita también.
Lidia: ¿Cómo es eso de riquita?
Teresa: Déjame terminar, había luna llena anoche, viste…
Carmen: Si, linda …..
Teresa: Bueno, el ingeniero comenzó a quitarse la ropa ahí encima del caballito
Lidia: Son un par de locos je.
Teresa: Yo ni sonsa que me voy a perder ese bocado, hice lo mismo.
Carmen: Y, y, y, y, ……
Teresa: Imaginate
Carmen: Que ricooooo………
Teresa: Si, delicioso. ¿Qué pasa Lidia? ¿Qué fue lo que no entendiste?
Lidia: Estoy pensando cómo lo hicieron, si cada uno estaba en un caballito diferente. Hummmmm
Teresa y Carmen se echaron a reír. Blanca se sonreía como sólo lo hace una madre con sus pollitas.
Carmen: ¿Y luego de la playa?
Teresa: Nos fuimos al hotel y lo hicimos pelado, uff que rico.
Blanca: ¿Haz perdido la cabeza? ¡Puedes quedar embarazada!
Teresa: No soy tonta, el portugués Oliveira siempre me trae mensualmente unas pastillitas de Europa a las que les llaman anticonceptivos, son una maravilla porque con ellas no tienes hijos. Puedes tener sexo todo lo que quieras, eso si, cumple con lo que te indica la cajita.
Blanca: ¿Portugues Oliveira ….. no era acaso italiano Pezzota? ¿Anticonceptivos dijiste?
Teresa: Si ¿Por qué? Seguro leíste algo en alguna revista argentina.
Blanca: No, fue en una revista mexicana. No vas a poder tener hijos en el futuro o te van a salir autistas o se te van a morir o vas a tener niños con seis dedos en la mano o finalmente niños que de grande van a ser homosexuales.
Teresa: ¿Qué revistas son esas que lees?
Lidia: Verdad, yo también quiero saber de ¿dónde sacas esas revistas?
Carmen: Cierto, ¿Cómo se llaman?
Blanca montó su labio inferior sobre sus dientes y los aplastó, se quedó muda. Su machucante oficial viajaba por Sudamérica y siempre le traía esas revistas porque sabía que a Blanca le gustaba leer. La información que leía no la compartía con cualquiera, sólo con la gente que quería. Sabía que el mundo así como se estaba desenvolviendo iba directo al mar del egoísmo y la indiferencia. Sus amigas eran un reflejo del amor libre y no del amor puro, así pensaba Blanca, necesitaban su ayuda.

Blanca: La lección más importante es que una mujer, y un hombre, deben saber decir “NO” a las tentaciones.

Las amigas cerraron sus bocas, no pusieron en discusión la sentencia de Blanca. Terminaron de tomar su sopa Shambard, típica sopa de la región, y luego volvieron a sus labores.

Los meses fueron pasando, los almuerzos, los relatos sobre Arturo y Elena, las últimas conquistas de Teresa, los miedos de Carmen, los chismes de Lidia y las novedades de la última revista uruguaya que había leído Blanca.

Un día Teresa contaba un nuevo capítulo de su relato de fin de semana.

Elena no era una mujer común, de niña se accidentó y se dio contra el suelo. A partir de ese momento su lengua se partió en dos levemente en la punta. Esto que inicialmente fue causa de bromas por sus compañeras de colegio, le serviría en el futuro con Arturo, él adoraba los besos de ella, el placer era doble. Cuando él descansaba de hacerle el amor, ella era tan insaciable que procedía a usar su lengua y él inmediatamente se reanimaba de la emoción.
Mientras Teresa contaba esta parte de su relato, Carmen había sacado un pequeño espejo de su mandil y examinaba su lengua. Blanca la observó y de inmediato la agarró del brazo, la muy tontita quería lanzarse al piso y darse de lengua. Blanca le dijo al oído,
Blanca: Oye Carmen no seas bruta, eso que nos cuenta Elena sólo forma parte de su imaginación fértil.
Lidia observaba lo que acontecía y se sonreía mientras sus dientes iban devorando la cecina con su yuca con ají y cebolla.

Ocurrió algo extraño, Teresa siempre contaba con pasión sus historias, tanto las personales como las de sus relatos, sin embargo en un momento se quedó mirando el ventanal verde y un silencio la invadió. No comía ni hablaba. Algo le estaba pasando.

Blanca: Teresa ¿Qué pasa? ¿Pareces distraída?
Teresa siguió en silencio
Carmen: En serio, Teresa ¿Qué te pasa?
Salió una lágrima del ojo izquierdo de Teresa.
Lidia siguió tomando su chicha morada y se quedó callada, ella si sabía lo que pasaba.
Teresa: Estoy saliendo con el Ingeniero Quijano.
Blanca: Te refieres al nuevo
Teresa: Si, él.
Blanca: El moreno guapetón, alto, de espaldas anchas, con mirada de bueno como la de Paul Newman.
Teresa: Exacto.
Blanca: Yo no veo ningún problema.
Teresa: Lo que pasa es que le he mentido.
Blanca: ¿Cómo así?
Teresa: Me he pintado como una chica de su casa, una santa.
Blanca: ¿Por qué has hecho eso? Las mentiras siempre traen malas consecuencias, muéstrate como eres, cuéntale de ti, si te acepta como eres quien sabe puedan hacer algo a futuro. Si realmente le interesas sólo se va enfocar en tu presente y que pueden hacer juntos. Me imagino que lo haz hecho porque seguro te gusta mucho.
Teresa: Si demasiado, es lindo. Tiene cada detalle que me siento una nueva mujer a su lado.
Carmen observaba decepcionada la escena romántica que protagonizaba Teresa en la mesa. Lidia tomaba apuntes en su cerebro. Blanca buscaba algo más para decir.

Blanca: Teresa recuerda que este es un pueblo chico, tarde o temprano le van a contar sobre ti.
Teresa: Ya le dije que la gente aquí es mal hablada y él se la ha creído, que linda es su inocencia.
Blanca: Teresa reacciona, ese tipo de hombres son curiosos, le va preguntar a la gente de tu barrio y se va interesar por tu familia. Se va llegar a enterar de todo tu pasado. Mujer, tú tienes una historia, tienes que contarle.
Teresa: ¡Soy una mujer sin historia desde que lo conocí!

Carmen no soporto más escuchar tanto floro, se le estaba malogrando la digestión, así que pidió permiso y se fue de la mesa. Lidia pidió a uno de los cocineros que le dieran un nuevo vaso de chicha morada, la conversa que escuchaba se encontraba muy interesante.

Este fue el punto de partida de la desunión de las amigas. Carmen buscó una nueva maestra, la operadora de la máquina central de enfriado fue su nueva aliada. No volvió a dirigirles la palabra a sus ex-amigas. Años más tarde murió de cáncer al útero.

Lidia fue la segunda en apartarse del grupo y no por idea propia, el jefe de personal de limpieza le dijo que si quería conservar su trabajo mejor se abriera del grupo de Teresa y se quedara callada de ahora en adelante. Contra su voluntad lo hizo, pero cuentan que conservó su trabajo hasta ya avanzada edad.

Ahora Blanca se acompañaba con Teresa para almorzar.
Blanca: Ya le contaste, han pasado meses.
Teresa: No… Tengo que confiarte algo. Estoy embarazada.
Blanca: Dios bendito ¿Qué vas hacer?
Teresa: Voy a tenerlo, ahora Pedro Quijano va ser mi marido.
Blanca: Tú crees que va aceptar así por así casarse y asumir el niño.
Teresa: Si. Él me ama.
Blanca: No sabes como son los hombres que vienen de Lima, por más inocentes y buenos que puedan ser, ¡son hombres!.
Teresa: El amor que siente por mi es lo que manda.

Pasaron unas semanas y la barriga de Teresa empezó a crecer. Ya no comía con Blanca, no por falta de ganas sino porque el ingeniero Quijano consiguió que ella asistiera al comedor reservado para la gerencia e ingenieros.

Se casaron a los cinco meses de gestación. Teresa era la mujer más feliz del mundo. Blanca se enteró por Lidia que Teresa presumía ante las mujeres de los ingenieros que su matrimonio era perfecto, que nunca se acabaría y que él nunca se enteraría de nada.

Paso un año, pasaron dos años. Eran inicios de los 80 y en el Perú se expandía la gran migración hacia Lima. Blanca tuvo la suerte que su machucante la pidiera en matrimonio, se casó y luego se dirigió también a Lima.

Teresa era objeto de envidia en la Esparraguera, estaba casada con el hombre más guapo y con mayor sueldo de la empresa. Nadie pensaría que algo terrible iba a ocurrir …… pero ocurrió.

Al mediodía del 12 de Agosto de 1980, Teresa se encontraba en el comedor del personal femenino conversando con las nuevas muchachas que habían entrado a trabajar. Era raro porque ella desde hacia dos años sólo se codeaba con los gerentes, ingenieros y sus esposas en el comedor principal. Pero esa fatídica tarde no fue así. Todo comenzó con un grito que vino de afuera del comedor, capaz de alcanzar los tímpanos de todos los edificios circundantes.

Pedro Quijano: ¡Que todos sepan que Teresa Gamarra no es una mujer honorable, ni ella ni su familia!

El hombre parecía un poseído. Todo el personal abandonó sus puestos y corrió a escucharlo. Las mujeres del comedor fueron a los ventanales laterales, los cocineros observaron por las ventanas superiores de la cocina, los gerentes e ingenieros miraron desde el comedor principal como si estuvieran asistiendo a una función de teatro.

Pedro Quijano: ¡Ella me rogó para que nos casáramos! ¡Que si no lo hacia, la iban a botar del trabajo! Tenían que verla toda ella con su cara de santita. Quien diría que tras esa máscara se esconde una ………………!

Teresa sintió que la sangre se le subió a la cabeza, creyó que se iba a desmayar. El escándalo era tremendo, la humillación a la que estaba siendo sometida. Ella se había regenerado con Pedro, ya no era una pendeja, sin embargo su pasado y su familia (pendeja como ella) le estaban pasando factura. Sus siete hermanas eran promiscuas y su fama llegaba hasta Chiclayo, que justo fue uno de los lugares que había visitado Pedro los últimos meses como parte de la expansión de la empresa.

Pedro Quijano: ¡Me voy al extranjero! ¡Espero no volver a verte nunca más Teresa ……… me estás escuchando! ¡Nunca más!

El ingeniero Pedro Quijano se marchó con sus ojos completamente rojos. Un silencio invadió la empresa. Cuentan quienes la vieron que Teresa volvió a su puesto de trabajo como si nada hubiera ocurrido. Ni lloro ni dijo nada. El personal no quiso darle una palmadita de aliento. Estaba jodida.

A los tres días había sido aceptada la renuncia de Teresa. La gerencia le indico a Recursos Humanos que le dieran un bono extra sumado a su gratificación por tiempo de servicios. Nadie sabe porque le dieron un bono extra, no se le conocía mérito alguno, lo único que todos sabían es que tenía un niño pequeño al que mantener.

Ciudad de Lima, mañana del día 10 de Setiembre del 2010. Teresa actualiza su perfil del Facebook. Se siente una estrella de cine (o quizá de televisión) con la foto que se ha tomado especialmente para la red social. Es que tiene que verse regia para su legión de admiradores que la agregan sin siquiera ella haberlos conocido. Por otro lado en su muro pone su estado de ánimo “Estoy feliz”, también es necesario indicar dónde se encuentra: “Teresa indica que se encuentra en Heladería Javier Prado” (con mapa incluido). El blackberry le simplifica su actualización de datos, ella piensa: “este aparatito es una maravilla, además todos lo tienen, es de gente fina”.

Teresa sale de la Heladería, un hombre la observa desde la acera del frente. Cruza la pista y se le acerca.

Hombre: Hola, soy Alberto … … del Facebook.
Teresa: Wow, mucho gusto. Que guapo que eres.
Hombre: Te acuerdas que te dije que te iba a sorprender un día.
Teresa: Pues lo estas haciendo. ¿Cómo me encontraste?
Hombre: Luego te explico linda, ¿Qué te parece si vamos en mi auto a Jesús María, ahí tengo mi departamento del que te hablé, recuerdas?
Teresa: Si, vamos pues.

A Teresa no se le volvió a ver nunca más.

Comentarios

Francisco Coimbra ha dicho que…
Gostei, parabéns!
Saludos.
Anónimo ha dicho que…
NO PUDE COMENTAR EN TU ACTUAL POST.NO SÉ PORQUE. COMO LA DESCRIBES DEBE SER UNA BUENA PELÍCULA.
UN ABRAZO
María ha dicho que…
¿Sabes? Yo siendo mujer, no lo hubiera escrito mejor... Personálmente, me parece tremendo que el pasado pueda pesar tanto como para destruir algo que puede ser sólido... De hecho lo estaba siendo(y eso no es nada diferente en España, créeme)
Me ha sorprendido mucho la actitud de Teresa al final, porque pienso que podría haberse hundido hasta el fondo del pozo. Sin embargo tomó la opción contraria (envidiable, según mi punto de vista)
Lo que pasa que el final, me ha dejado K.O. Eso de que no se la volvió a ver nunca más, da lugar a que piense... Lo que yo quiera ¿verdad? :)
Me gusta como relatas :)
Un besito wuapetón.
María
genetticca ha dicho que…
Te leo a cachos y cuando puedo, lo tuyo es un libro,hay que espaciarlo.

un saludo amigo.
Scarlet Cameo Yue ha dicho que…
No logro conseguirla y muero de ganas por verla alguna sugerencia de un distribuidor que pueda traerla a mi país o alguna pagina donde pueda verla online?
Anónimo ha dicho que…
Super, super sensacional, preciosamente relatada una historia que además acompañaste con fotografías de tu ciudad ( estoy acertada)?
Abrazos David, gracias por compartir el enlace.
Felices Pascuas.
Ceciely ha dicho que…
Muy buena historia David...me gustó por ser realista...bien contada y con una muy buena introducción. Gracias por dejarme tu mensaje en el poemita...si lo quieres escuchar completo y en la voz de Beatriz Salas...puedes regresar a mi blog...
Me gusta tu blog...te sigo...
saludos cordiales
Anónimo ha dicho que…
David muchas gracias por permitirme leer esta historia,me encantó tú imaginación que no dista mucho de la realidad y el final abierto a la imaginación ¡Buenísimo!
Anónimo ha dicho que…
¡David! mi primer expresión fue ¡Ah wow!
Muy buen cuento, no esperaba ese final. Me agrada tu escritura, la detallas de forma tan clara que realmente puedes echar a volar la imaginación sin problema alguno.
No cabe duda que tus escritos me sigues sorprendiendo más. ¡Soy tu fan!
Gracias y saludos desde México.
Anónimo ha dicho que…
Me encanto... Las mentiras siempre se descubren, ella debió haberle contado su historia.
Anónimo ha dicho que…
Hola, es un buen cuento. Creo que muchas veces el pasado nos sigue porque no lo aceptamos y tampoco podemos huir de él, deberíamos de ser más sinceros con nosotros mismos y con los demás, tarde o temprano todo se sabe. Buenas noches, gracias por la lectura.
arthur ha dicho que…
Que tal, me gusto mucho tu cuento, tienes unas grandes cualidades, es una gran historia, pero sabes, como critica constructiva y sin animo de ofender por supuesto, creo que habrias podido sacarle mas jugo al personaje de teresa, comenzabas a envolverme cuando se supo de su pasado, pero me desconecte cuando hiciste ese brinco entre su despido y lo del facebook, solo digo que seria buena idea que profundizaras un poco mas, saludos desde Mexico, el detalle de las revistas mexicanas excelente jajaja.
Anónimo ha dicho que…
No me despegué hasta que leí todo, me envolvió la historia, creo el pasado no importa si desde el principio eres sincero, tarde o temprano las cosas se saben.
Anónimo ha dicho que…
Excelente escrito !!! Saludos desde México !!!
Anónimo ha dicho que…
Muy bueno! Es la primera vez que leo algo de David Cotos y dejenme decirles que el cuento fue muy bueno. Y el final fue algo inesperado y nos deja en duda, precisamente para dar rienda suelta a la imaginación! David cotos, éxitos!
Anónimo ha dicho que…
¡Qué geniaaaaaaaaaaaaaal!, me encantó :)
Anónimo ha dicho que…
Excelente historia!! Y que inesperado final. Me atrapó de principio a fin así como me sucedió con el libro de el amor es un pan con mantequilla.
Anónimo ha dicho que…
Excelente historia me atrapó de principio a fin!! Y que inesperado final.
Anónimo ha dicho que…
Muchas gracias por compartirlo! Me encanto, la amistad, complicidad, confianza y el cariño de las chicas! El carácter de cada una! Y que Teresa compartiera estos relatos que hacen pensar a la mujer que tiene derecho de disfrutar y exigir el placer en plenitud. Su problema había sido que no encontraba ese hombre, cuando lo encontró, la sociedad se encargo de destruir su felicidad! Por que una mujer es juzgada por su pasado y un hombre elogiado! Triste y doloroso final para una mujer que buscaba su plenitud y felicidad.
Unknown ha dicho que…
Es muy feo quedar pegado a un pasado y dejarte condenar por eso, a veces nos vemos expuestos a situaciones que logicamente jamas hubieramos vivido, pero ahi estaba el momento, la oportunidad, el morbo que nos acelera el corazon y listo caemos en faltas, que jamas pensamos que caeriamos, pero todos somos debiles en algun momento, lo justo es levantar tu rostro dejar ese error detras y disfrutar el proximo paso y no amargarte y condenarte por un paso mal dado,ni uno a si mismo ni por los demas
Unknown ha dicho que…
Hola David, interesante historia, me encantó el desarrollo y la aparente "libertad" de las mujeres para hablar de sus cosas, lamenté que se perdiera la amistad y complicidad de las cuatro mujeres y eso le da el toque de realismo a la historia, igual que el final... ese final me sorprendió y me asustó un poco quizá por la violencia cotidiana contra las mujeres.
Sin embargo reconozco que la historia me deja soñando con que el amor un día haga realidad eso de que mujeres y hombres seamos seres humanos sin historia al iniciar una relación nueva... si reconozco que soy una soñadora y tus historias alimentan mi capacidad de soñar! Gracias, muchas gracias!!!
Alan Noceda ha dicho que…
Me gusto mucho ciertamente la historia. Muy bueno,buen drama siga asi! me gustan sus historias. Saludos desde Quintana Roo, México.
Anónimo ha dicho que…
Muy buen relato, pero me hubiese gustado leer mas...

Igual es fascinante!!

Saludos!!
producción y comercialización de cachama híbrida ha dicho que…
Muy buena historia David, definitivamente eres tan expresivo y natural a la vez, tú escrito encanta de cualquier forma; no me hubiese imaginado este final, es algo triste; pero, el pasado no perdona como dicen por ahí y es mejor hablar siempre con la verdad, si aceptan tú pasado de seguro estará contigo en tú futúro. Te felicito una vez mas. Dios te bendiga y te conceda la gracia de seguir deleitandonos con tus historias tan encantadoras... Un abrazo desde Sincelejo - Sucre - Colombia.
Anónimo ha dicho que…
Es cierto que muchas veces "El pasado te condena"
Realmente atrapante la historia y te deja con ganas de mas!
Felicitaciones y espero poder comprarme pronto el libro porque promete ser interesante! Saludos!
Unknown ha dicho que…
Valla, tan cierto eso de que nada es eterno, así como que jamas se podrá ocultar una mentira.
Me agrado que hicieras notar a una chica la cual suela estar interesada en distintos puntos de salud, siempre necesitamos conocer un poco de todo.
Muy buena, me agrado, éxito David
Jairo Galarza ha dicho que…
La mayoria de mujeres tienen un pasaso aveces oscuro y otras veces como toda mujer, pero cuando conocen a alguien que en verdad les gusta algunas prefieren olvidar su pasado para estar con hombre de futuro, pero la mezcla perfecta es una mujer con pasado y un hombre con futuro.
Anónimo ha dicho que…
una buena historia... recomendable.
Anónimo ha dicho que…
y es que todos tenemos un pasado!!! ahí lo difícil es a quien le permitas escribir una nueva historia contigo...

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