Una mujer sin historia
(Escrita por David Cotos – Perú 2011)
Su cuerpo le dolía de haberla amado tanto.
Blanca, Lidia y Carmen escuchaban con atención a Teresa, mientras esta última seguía relatando la historia del almuerzo de los viernes.
Ella era la más feliz, cuando ya no pudo más, él le había masajeado los pies como sólo lo hacen los conocedores del arte de hacer el amor a una mujer. Ella sintió un escalofrío que la invadió totalmente, se sentía la mujer más deseada del mundo. Ondas de placer recorrían cada rincón de su cuerpo. Él se detuvo por un instante para luego echar vino sobre la piel de ella, procedió a olerla y percibir su nueva fragancia de mujer, ella lo miraba, él la miraba, en el tocadiscos sonaba una canción de amor. A continuación procedió a lamerla entera, comérsela como quien se come el plato más exquisito, no dejando nada ni hueso ni pellejo.
Eran los años 70, el boom de la producción de espárragos está en todo su furor en el pueblo de Quinti que se encuentra al oeste de la ciudad de Trujillo, al norte de Lima. En medio de esa efervescencia se encuentran cuatro amigas trabajando en una de las muchas empresas que se han creado. La mayoría de empresas tienen un predominio de mano de obra femenina porque dicen “los que saben” que el producto manipulado por las mujeres se hace amigable y no se malogra tan fácilmente.
Ellas disfrutan con su trabajo, especialmente porque no hacen turnos rotativos como ocurre con otras chicas. Tienen preferencias que no tienen otras. Las envidian por eso, pero para ellas ese asunto las tiene sin cuidado, al fin y al cabo si otras trabajadoras piensan mal es de seguro porque tienen la mente cochina (así suele decir Blanca).
Teresa es la lideresa del grupo, alta y caderona, de tez levemente trigueña, cabello castaño rojizo, de gustos como aretes largos y ropa roja, amarilla y verde. Ella es la voz de mando a la hora de salir al comedor, hace la cola con sus tres amigas, reciben las bandejas y buscan el mejor sitio
(o sea los ventanales frente al área de campo verde). Teresa acostumbra contar relatos novelados los viernes. Sus amigas esperan con ansias dicho día para escuchar las historias eróticas de Arturo y Elena (así se llaman sus personajes principales).
Blanca es la filósofa del grupo, le gusta hacer reflexionar a sus compañeras. Suele debatir con sus amigas, para ello siempre escoge el mismo tema: las mujeres y su particular mundo.
Lidia, es la chismosa del grupo, es la encargada de actualizar a las demás con “las últimas” de los ingenieros y las últimas de “las otras” chicas que trabajan con ellas. Toda la información la recopila con el jefe de personal de limpieza con quien los días martes por la noche une religiosamente su cuerpo para dar rienda suelta a su apetito carnal.
Por último Carmen, que es la más joven del grupo (18 años). Para ella, su única aspiración es ser como Teresa. Conocer de los hombres así en su amplitud, saber cómo encantarlos, seducirlos y hacerles el amor. Es la que más goza con las historias de Arturo y Elena, hasta tiene ideas de llevar un lapicero y un papel, los días viernes, para tomar nota de todo lo que relata Teresa. Los fines de cada mes, Carmen tiene por costumbre llevar una cajita con productos de belleza de una marca conocida de Lima, al terminar el almuerzo (muy rápido comen las cuatro esas fechas) les muestra desde cremas para la limpieza del cutis, pasando por delineadores y culminando con perfumes con olores exquisitos como los cítricos.
Las cuatro amigas tienen muchas cosas en común, quizá la más importante es lo preciosas que son. Quinti es un pueblo caracterizado por tener el noventa y cinco por ciento de sus habitantes mujeres bellas (el otro cinco por ciento son potonas). Caminar por sus calles es andar por el paraíso, las tienes de todas las edades, todos los colores, todos los olores y todos los sabores. Gustan de escuchar canciones románticas en castellano y en inglés un poco de Bee Gees y Abba. Todas tienen enamorado a excepción de Blanca que tiene un machucante oficial.
La diferencias entre las cuatro son a causa de los pocos ingenieros que entran a trabajar en la empresa. Teresa siempre presume que ella si quiere se los tira a cualquiera de ellos, con tal en su barrio ha probado a cuantos ella ha querido. Carmen quiere ser así pero le falta esa valentía que tiene Teresa para hacerlo, además está de enamorada con el Juan y él es muy celoso. Lidia se regodea de felicidad cuando la escucha a Teresa, por las noches le cuenta al jefe de personal de limpieza lo que ha hablado Teresa y este a su vez se lo cuenta a los ingenieros, luego en efecto Teresa pasa a tener más gollerías de las que ya goza en la empresa. Sólo Blanca es la única que siempre que Teresa cuenta su última pendejada, le busca hacer reflexionar para que cambie. Blanca es un poco ilusa, piensa que la gente va cambiar siendo adulta.
Teresa: Ayer me fui a Huanchaco con el italiano Pezzota, ese que vive en Moche, nos bañamos, me invito un helado y luego nos fuimos al Club Central.
Blanca: Teresa, tú estás con tu menstruación ¿verdad?
Teresa: Si ¿Y?
Blanca: Mujer, te aumenta la temperatura, vas a la playa de agua fría y se te enfría la sangre. Ten cuidado porque te pueden salir quistes ováricos.
Teresa: Ja ja ja. ¿De qué hablas?
Blanca: Yo he leído eso en una revista argentina. Es en serio, no te rías, la enfermedad del futuro va ser el cáncer.
Teresa: La vida es para disfrutarla, no me vengas con historias de revistas.
Blanca: Soy tu amiga y quiero tu bien. Es más te cuento a ti y a ustedes chicas que si alguna vez abortan, dios no quiera, lo más probable es que en el futuro mueran de cáncer.
Teresa, Lidia y Carmen se miran entre si, no se ríen. Carmen a sus 18 años ya ha tenido un aborto, producto de un descuido, según ella, con el Juan. Sólo le ha contado a su mamá, es extraño pero desde ese día le aparecieron unas manchas entre las mejillas y la nariz, que las odia pero que le va hacer es el precio por matar a esa criatura.
Teresa: Blanca ¿Por qué hablas esas cosas a la hora de comer? Me fastidian realmente.
Blanca: Sólo quiero que no les pase nada malo a ustedes, las quiero como si fuesen mis hermanas que nunca tuve.
Blanca pone cara de tristeza. Sus amigas la miran con ternura.
Teresa: Esta bien, esta bien. Retomando el tema, por la noche volvimos a Huanchaco y nos subimos cada uno a un caballito de totora.
Lidia: Que loca que eres.
Teresa: Loca no, loquita si y riquita también.
Lidia: ¿Cómo es eso de riquita?
Teresa: Déjame terminar, había luna llena anoche, viste…
Carmen: Si, linda …..
Teresa: Bueno, el ingeniero comenzó a quitarse la ropa ahí encima del caballito
Lidia: Son un par de locos je.
Teresa: Yo ni sonsa que me voy a perder ese bocado, hice lo mismo.
Carmen: Y, y, y, y, ……
Teresa: Imaginate
Carmen: Que ricooooo………
Teresa: Si, delicioso. ¿Qué pasa Lidia? ¿Qué fue lo que no entendiste?
Lidia: Estoy pensando cómo lo hicieron, si cada uno estaba en un caballito diferente. Hummmmm
Teresa y Carmen se echaron a reír. Blanca se sonreía como sólo lo hace una madre con sus pollitas.
Carmen: ¿Y luego de la playa?
Teresa: Nos fuimos al hotel y lo hicimos pelado, uff que rico.
Blanca: ¿Haz perdido la cabeza? ¡Puedes quedar embarazada!
Teresa: No soy tonta, el portugués Oliveira siempre me trae mensualmente unas pastillitas de Europa a las que les llaman anticonceptivos, son una maravilla porque con ellas no tienes hijos. Puedes tener sexo todo lo que quieras, eso si, cumple con lo que te indica la cajita.
Blanca: ¿Portugues Oliveira ….. no era acaso italiano Pezzota? ¿Anticonceptivos dijiste?
Teresa: Si ¿Por qué? Seguro leíste algo en alguna revista argentina.
Blanca: No, fue en una revista mexicana. No vas a poder tener hijos en el futuro o te van a salir autistas o se te van a morir o vas a tener niños con seis dedos en la mano o finalmente niños que de grande van a ser homosexuales.
Teresa: ¿Qué revistas son esas que lees?
Lidia: Verdad, yo también quiero saber de ¿dónde sacas esas revistas?
Carmen: Cierto, ¿Cómo se llaman?
Blanca montó su labio inferior sobre sus dientes y los aplastó, se quedó muda. Su machucante oficial viajaba por Sudamérica y siempre le traía esas revistas porque sabía que a Blanca le gustaba leer. La información que leía no la compartía con cualquiera, sólo con la gente que quería. Sabía que el mundo así como se estaba desenvolviendo iba directo al mar del egoísmo y la indiferencia. Sus amigas eran un reflejo del amor libre y no del amor puro, así pensaba Blanca, necesitaban su ayuda.
Blanca: La lección más importante es que una mujer, y un hombre, deben saber decir “NO” a las tentaciones.
Las amigas cerraron sus bocas, no pusieron en discusión la sentencia de Blanca. Terminaron de tomar su sopa Shambard, típica sopa de la región, y luego volvieron a sus labores.
Los meses fueron pasando, los almuerzos, los relatos sobre Arturo y Elena, las últimas conquistas de Teresa, los miedos de Carmen, los chismes de Lidia y las novedades de la última revista uruguaya que había leído Blanca.
Un día Teresa contaba un nuevo capítulo de su relato de fin de semana.
Elena no era una mujer común, de niña se accidentó y se dio contra el suelo. A partir de ese momento su lengua se partió en dos levemente en la punta. Esto que inicialmente fue causa de bromas por sus compañeras de colegio, le serviría en el futuro con Arturo, él adoraba los besos de ella, el placer era doble. Cuando él descansaba de hacerle el amor, ella era tan insaciable que procedía a usar su lengua y él inmediatamente se reanimaba de la emoción.
Mientras Teresa contaba esta parte de su relato, Carmen había sacado un pequeño espejo de su mandil y examinaba su lengua. Blanca la observó y de inmediato la agarró del brazo, la muy tontita quería lanzarse al piso y darse de lengua. Blanca le dijo al oído,
Blanca: Oye Carmen no seas bruta, eso que nos cuenta Elena sólo forma parte de su imaginación fértil.
Lidia observaba lo que acontecía y se sonreía mientras sus dientes iban devorando la cecina con su yuca con ají y cebolla.
Ocurrió algo extraño, Teresa siempre contaba con pasión sus historias, tanto las personales como las de sus relatos, sin embargo en un momento se quedó mirando el ventanal verde y un silencio la invadió. No comía ni hablaba. Algo le estaba pasando.
Blanca: Teresa ¿Qué pasa? ¿Pareces distraída?
Teresa siguió en silencio
Carmen: En serio, Teresa ¿Qué te pasa?
Salió una lágrima del ojo izquierdo de Teresa.
Lidia siguió tomando su chicha morada y se quedó callada, ella si sabía lo que pasaba.
Teresa: Estoy saliendo con el Ingeniero Quijano.
Blanca: Te refieres al nuevo
Teresa: Si, él.
Blanca: El moreno guapetón, alto, de espaldas anchas, con mirada de bueno como la de Paul Newman.
Teresa: Exacto.
Blanca: Yo no veo ningún problema.
Teresa: Lo que pasa es que le he mentido.
Blanca: ¿Cómo así?
Teresa: Me he pintado como una chica de su casa, una santa.
Blanca: ¿Por qué has hecho eso? Las mentiras siempre traen malas consecuencias, muéstrate como eres, cuéntale de ti, si te acepta como eres quien sabe puedan hacer algo a futuro. Si realmente le interesas sólo se va enfocar en tu presente y que pueden hacer juntos. Me imagino que lo haz hecho porque seguro te gusta mucho.
Teresa: Si demasiado, es lindo. Tiene cada detalle que me siento una nueva mujer a su lado.
Carmen observaba decepcionada la escena romántica que protagonizaba Teresa en la mesa. Lidia tomaba apuntes en su cerebro. Blanca buscaba algo más para decir.
Blanca: Teresa recuerda que este es un pueblo chico, tarde o temprano le van a contar sobre ti.
Teresa: Ya le dije que la gente aquí es mal hablada y él se la ha creído, que linda es su inocencia.
Blanca: Teresa reacciona, ese tipo de hombres son curiosos, le va preguntar a la gente de tu barrio y se va interesar por tu familia. Se va llegar a enterar de todo tu pasado. Mujer, tú tienes una historia, tienes que contarle.
Teresa: ¡Soy una mujer sin historia desde que lo conocí!
Carmen no soporto más escuchar tanto floro, se le estaba malogrando la digestión, así que pidió permiso y se fue de la mesa. Lidia pidió a uno de los cocineros que le dieran un nuevo vaso de chicha morada, la conversa que escuchaba se encontraba muy interesante.
Este fue el punto de partida de la desunión de las amigas. Carmen buscó una nueva maestra, la operadora de la máquina central de enfriado fue su nueva aliada. No volvió a dirigirles la palabra a sus ex-amigas. Años más tarde murió de cáncer al útero.
Lidia fue la segunda en apartarse del grupo y no por idea propia, el jefe de personal de limpieza le dijo que si quería conservar su trabajo mejor se abriera del grupo de Teresa y se quedara callada de ahora en adelante. Contra su voluntad lo hizo, pero cuentan que conservó su trabajo hasta ya avanzada edad.
Ahora Blanca se acompañaba con Teresa para almorzar.
Blanca: Ya le contaste, han pasado meses.
Teresa: No… Tengo que confiarte algo. Estoy embarazada.
Blanca: Dios bendito ¿Qué vas hacer?
Teresa: Voy a tenerlo, ahora Pedro Quijano va ser mi marido.
Blanca: Tú crees que va aceptar así por así casarse y asumir el niño.
Teresa: Si. Él me ama.
Blanca: No sabes como son los hombres que vienen de Lima, por más inocentes y buenos que puedan ser, ¡son hombres!.
Teresa: El amor que siente por mi es lo que manda.
Pasaron unas semanas y la barriga de Teresa empezó a crecer. Ya no comía con Blanca, no por falta de ganas sino porque el ingeniero Quijano consiguió que ella asistiera al comedor reservado para la gerencia e ingenieros.
Se casaron a los cinco meses de gestación. Teresa era la mujer más feliz del mundo. Blanca se enteró por Lidia que Teresa presumía ante las mujeres de los ingenieros que su matrimonio era perfecto, que nunca se acabaría y que él nunca se enteraría de nada.
Paso un año, pasaron dos años. Eran inicios de los 80 y en el Perú se expandía la gran migración hacia Lima. Blanca tuvo la suerte que su machucante la pidiera en matrimonio, se casó y luego se dirigió también a Lima.
Teresa era objeto de envidia en la Esparraguera, estaba casada con el hombre más guapo y con mayor sueldo de la empresa. Nadie pensaría que algo terrible iba a ocurrir …… pero ocurrió.
Al mediodía del 12 de Agosto de 1980, Teresa se encontraba en el comedor del personal femenino conversando con las nuevas muchachas que habían entrado a trabajar. Era raro porque ella desde hacia dos años sólo se codeaba con los gerentes, ingenieros y sus esposas en el comedor principal. Pero esa fatídica tarde no fue así. Todo comenzó con un grito que vino de afuera del comedor, capaz de alcanzar los tímpanos de todos los edificios circundantes.
Pedro Quijano: ¡Que todos sepan que Teresa Gamarra no es una mujer honorable, ni ella ni su familia!
El hombre parecía un poseído. Todo el personal abandonó sus puestos y corrió a escucharlo. Las mujeres del comedor fueron a los ventanales laterales, los cocineros observaron por las ventanas superiores de la cocina, los gerentes e ingenieros miraron desde el comedor principal como si estuvieran asistiendo a una función de teatro.
Pedro Quijano: ¡Ella me rogó para que nos casáramos! ¡Que si no lo hacia, la iban a botar del trabajo! Tenían que verla toda ella con su cara de santita. Quien diría que tras esa máscara se esconde una ………………!
Teresa sintió que la sangre se le subió a la cabeza, creyó que se iba a desmayar. El escándalo era tremendo, la humillación a la que estaba siendo sometida. Ella se había regenerado con Pedro, ya no era una pendeja, sin embargo su pasado y su familia (pendeja como ella) le estaban pasando factura. Sus siete hermanas eran promiscuas y su fama llegaba hasta Chiclayo, que justo fue uno de los lugares que había visitado Pedro los últimos meses como parte de la expansión de la empresa.
Pedro Quijano: ¡Me voy al extranjero! ¡Espero no volver a verte nunca más Teresa ……… me estás escuchando! ¡Nunca más!
El ingeniero Pedro Quijano se marchó con sus ojos completamente rojos. Un silencio invadió la empresa. Cuentan quienes la vieron que Teresa volvió a su puesto de trabajo como si nada hubiera ocurrido. Ni lloro ni dijo nada. El personal no quiso darle una palmadita de aliento. Estaba jodida.
A los tres días había sido aceptada la renuncia de Teresa. La gerencia le indico a Recursos Humanos que le dieran un bono extra sumado a su gratificación por tiempo de servicios. Nadie sabe porque le dieron un bono extra, no se le conocía mérito alguno, lo único que todos sabían es que tenía un niño pequeño al que mantener.
Ciudad de Lima, mañana del día 10 de Setiembre del 2010. Teresa actualiza su perfil del Facebook. Se siente una estrella de cine (o quizá de televisión) con la foto que se ha tomado especialmente para la red social. Es que tiene que verse regia para su legión de admiradores que la agregan sin siquiera ella haberlos conocido. Por otro lado en su muro pone su estado de ánimo “Estoy feliz”, también es necesario indicar dónde se encuentra: “Teresa indica que se encuentra en Heladería Javier Prado” (con mapa incluido). El blackberry le simplifica su actualización de datos, ella piensa: “este aparatito es una maravilla, además todos lo tienen, es de gente fina”.
Teresa sale de la Heladería, un hombre la observa desde la acera del frente. Cruza la pista y se le acerca.
Hombre: Hola, soy Alberto … … del Facebook.
Teresa: Wow, mucho gusto. Que guapo que eres.
Hombre: Te acuerdas que te dije que te iba a sorprender un día.
Teresa: Pues lo estas haciendo. ¿Cómo me encontraste?
Hombre: Luego te explico linda, ¿Qué te parece si vamos en mi auto a Jesús María, ahí tengo mi departamento del que te hablé, recuerdas?
Teresa: Si, vamos pues.
A Teresa no se le volvió a ver nunca más.
Su cuerpo le dolía de haberla amado tanto.
Blanca, Lidia y Carmen escuchaban con atención a Teresa, mientras esta última seguía relatando la historia del almuerzo de los viernes.
Ella era la más feliz, cuando ya no pudo más, él le había masajeado los pies como sólo lo hacen los conocedores del arte de hacer el amor a una mujer. Ella sintió un escalofrío que la invadió totalmente, se sentía la mujer más deseada del mundo. Ondas de placer recorrían cada rincón de su cuerpo. Él se detuvo por un instante para luego echar vino sobre la piel de ella, procedió a olerla y percibir su nueva fragancia de mujer, ella lo miraba, él la miraba, en el tocadiscos sonaba una canción de amor. A continuación procedió a lamerla entera, comérsela como quien se come el plato más exquisito, no dejando nada ni hueso ni pellejo.
Eran los años 70, el boom de la producción de espárragos está en todo su furor en el pueblo de Quinti que se encuentra al oeste de la ciudad de Trujillo, al norte de Lima. En medio de esa efervescencia se encuentran cuatro amigas trabajando en una de las muchas empresas que se han creado. La mayoría de empresas tienen un predominio de mano de obra femenina porque dicen “los que saben” que el producto manipulado por las mujeres se hace amigable y no se malogra tan fácilmente.
Ellas disfrutan con su trabajo, especialmente porque no hacen turnos rotativos como ocurre con otras chicas. Tienen preferencias que no tienen otras. Las envidian por eso, pero para ellas ese asunto las tiene sin cuidado, al fin y al cabo si otras trabajadoras piensan mal es de seguro porque tienen la mente cochina (así suele decir Blanca).
Teresa es la lideresa del grupo, alta y caderona, de tez levemente trigueña, cabello castaño rojizo, de gustos como aretes largos y ropa roja, amarilla y verde. Ella es la voz de mando a la hora de salir al comedor, hace la cola con sus tres amigas, reciben las bandejas y buscan el mejor sitio
(o sea los ventanales frente al área de campo verde). Teresa acostumbra contar relatos novelados los viernes. Sus amigas esperan con ansias dicho día para escuchar las historias eróticas de Arturo y Elena (así se llaman sus personajes principales).
Blanca es la filósofa del grupo, le gusta hacer reflexionar a sus compañeras. Suele debatir con sus amigas, para ello siempre escoge el mismo tema: las mujeres y su particular mundo.
Lidia, es la chismosa del grupo, es la encargada de actualizar a las demás con “las últimas” de los ingenieros y las últimas de “las otras” chicas que trabajan con ellas. Toda la información la recopila con el jefe de personal de limpieza con quien los días martes por la noche une religiosamente su cuerpo para dar rienda suelta a su apetito carnal.
Por último Carmen, que es la más joven del grupo (18 años). Para ella, su única aspiración es ser como Teresa. Conocer de los hombres así en su amplitud, saber cómo encantarlos, seducirlos y hacerles el amor. Es la que más goza con las historias de Arturo y Elena, hasta tiene ideas de llevar un lapicero y un papel, los días viernes, para tomar nota de todo lo que relata Teresa. Los fines de cada mes, Carmen tiene por costumbre llevar una cajita con productos de belleza de una marca conocida de Lima, al terminar el almuerzo (muy rápido comen las cuatro esas fechas) les muestra desde cremas para la limpieza del cutis, pasando por delineadores y culminando con perfumes con olores exquisitos como los cítricos.
Las cuatro amigas tienen muchas cosas en común, quizá la más importante es lo preciosas que son. Quinti es un pueblo caracterizado por tener el noventa y cinco por ciento de sus habitantes mujeres bellas (el otro cinco por ciento son potonas). Caminar por sus calles es andar por el paraíso, las tienes de todas las edades, todos los colores, todos los olores y todos los sabores. Gustan de escuchar canciones románticas en castellano y en inglés un poco de Bee Gees y Abba. Todas tienen enamorado a excepción de Blanca que tiene un machucante oficial.
La diferencias entre las cuatro son a causa de los pocos ingenieros que entran a trabajar en la empresa. Teresa siempre presume que ella si quiere se los tira a cualquiera de ellos, con tal en su barrio ha probado a cuantos ella ha querido. Carmen quiere ser así pero le falta esa valentía que tiene Teresa para hacerlo, además está de enamorada con el Juan y él es muy celoso. Lidia se regodea de felicidad cuando la escucha a Teresa, por las noches le cuenta al jefe de personal de limpieza lo que ha hablado Teresa y este a su vez se lo cuenta a los ingenieros, luego en efecto Teresa pasa a tener más gollerías de las que ya goza en la empresa. Sólo Blanca es la única que siempre que Teresa cuenta su última pendejada, le busca hacer reflexionar para que cambie. Blanca es un poco ilusa, piensa que la gente va cambiar siendo adulta.
Teresa: Ayer me fui a Huanchaco con el italiano Pezzota, ese que vive en Moche, nos bañamos, me invito un helado y luego nos fuimos al Club Central.
Blanca: Teresa, tú estás con tu menstruación ¿verdad?
Teresa: Si ¿Y?
Blanca: Mujer, te aumenta la temperatura, vas a la playa de agua fría y se te enfría la sangre. Ten cuidado porque te pueden salir quistes ováricos.
Teresa: Ja ja ja. ¿De qué hablas?
Blanca: Yo he leído eso en una revista argentina. Es en serio, no te rías, la enfermedad del futuro va ser el cáncer.
Teresa: La vida es para disfrutarla, no me vengas con historias de revistas.
Blanca: Soy tu amiga y quiero tu bien. Es más te cuento a ti y a ustedes chicas que si alguna vez abortan, dios no quiera, lo más probable es que en el futuro mueran de cáncer.
Teresa, Lidia y Carmen se miran entre si, no se ríen. Carmen a sus 18 años ya ha tenido un aborto, producto de un descuido, según ella, con el Juan. Sólo le ha contado a su mamá, es extraño pero desde ese día le aparecieron unas manchas entre las mejillas y la nariz, que las odia pero que le va hacer es el precio por matar a esa criatura.
Teresa: Blanca ¿Por qué hablas esas cosas a la hora de comer? Me fastidian realmente.
Blanca: Sólo quiero que no les pase nada malo a ustedes, las quiero como si fuesen mis hermanas que nunca tuve.
Blanca pone cara de tristeza. Sus amigas la miran con ternura.
Teresa: Esta bien, esta bien. Retomando el tema, por la noche volvimos a Huanchaco y nos subimos cada uno a un caballito de totora.
Lidia: Que loca que eres.
Teresa: Loca no, loquita si y riquita también.
Lidia: ¿Cómo es eso de riquita?
Teresa: Déjame terminar, había luna llena anoche, viste…
Carmen: Si, linda …..
Teresa: Bueno, el ingeniero comenzó a quitarse la ropa ahí encima del caballito
Lidia: Son un par de locos je.
Teresa: Yo ni sonsa que me voy a perder ese bocado, hice lo mismo.
Carmen: Y, y, y, y, ……
Teresa: Imaginate
Carmen: Que ricooooo………
Teresa: Si, delicioso. ¿Qué pasa Lidia? ¿Qué fue lo que no entendiste?
Lidia: Estoy pensando cómo lo hicieron, si cada uno estaba en un caballito diferente. Hummmmm
Teresa y Carmen se echaron a reír. Blanca se sonreía como sólo lo hace una madre con sus pollitas.
Carmen: ¿Y luego de la playa?
Teresa: Nos fuimos al hotel y lo hicimos pelado, uff que rico.
Blanca: ¿Haz perdido la cabeza? ¡Puedes quedar embarazada!
Teresa: No soy tonta, el portugués Oliveira siempre me trae mensualmente unas pastillitas de Europa a las que les llaman anticonceptivos, son una maravilla porque con ellas no tienes hijos. Puedes tener sexo todo lo que quieras, eso si, cumple con lo que te indica la cajita.
Blanca: ¿Portugues Oliveira ….. no era acaso italiano Pezzota? ¿Anticonceptivos dijiste?
Teresa: Si ¿Por qué? Seguro leíste algo en alguna revista argentina.
Blanca: No, fue en una revista mexicana. No vas a poder tener hijos en el futuro o te van a salir autistas o se te van a morir o vas a tener niños con seis dedos en la mano o finalmente niños que de grande van a ser homosexuales.
Teresa: ¿Qué revistas son esas que lees?
Lidia: Verdad, yo también quiero saber de ¿dónde sacas esas revistas?
Carmen: Cierto, ¿Cómo se llaman?
Blanca montó su labio inferior sobre sus dientes y los aplastó, se quedó muda. Su machucante oficial viajaba por Sudamérica y siempre le traía esas revistas porque sabía que a Blanca le gustaba leer. La información que leía no la compartía con cualquiera, sólo con la gente que quería. Sabía que el mundo así como se estaba desenvolviendo iba directo al mar del egoísmo y la indiferencia. Sus amigas eran un reflejo del amor libre y no del amor puro, así pensaba Blanca, necesitaban su ayuda.
Blanca: La lección más importante es que una mujer, y un hombre, deben saber decir “NO” a las tentaciones.
Las amigas cerraron sus bocas, no pusieron en discusión la sentencia de Blanca. Terminaron de tomar su sopa Shambard, típica sopa de la región, y luego volvieron a sus labores.
Los meses fueron pasando, los almuerzos, los relatos sobre Arturo y Elena, las últimas conquistas de Teresa, los miedos de Carmen, los chismes de Lidia y las novedades de la última revista uruguaya que había leído Blanca.
Un día Teresa contaba un nuevo capítulo de su relato de fin de semana.
Elena no era una mujer común, de niña se accidentó y se dio contra el suelo. A partir de ese momento su lengua se partió en dos levemente en la punta. Esto que inicialmente fue causa de bromas por sus compañeras de colegio, le serviría en el futuro con Arturo, él adoraba los besos de ella, el placer era doble. Cuando él descansaba de hacerle el amor, ella era tan insaciable que procedía a usar su lengua y él inmediatamente se reanimaba de la emoción.
Mientras Teresa contaba esta parte de su relato, Carmen había sacado un pequeño espejo de su mandil y examinaba su lengua. Blanca la observó y de inmediato la agarró del brazo, la muy tontita quería lanzarse al piso y darse de lengua. Blanca le dijo al oído,
Blanca: Oye Carmen no seas bruta, eso que nos cuenta Elena sólo forma parte de su imaginación fértil.
Lidia observaba lo que acontecía y se sonreía mientras sus dientes iban devorando la cecina con su yuca con ají y cebolla.
Ocurrió algo extraño, Teresa siempre contaba con pasión sus historias, tanto las personales como las de sus relatos, sin embargo en un momento se quedó mirando el ventanal verde y un silencio la invadió. No comía ni hablaba. Algo le estaba pasando.
Blanca: Teresa ¿Qué pasa? ¿Pareces distraída?
Teresa siguió en silencio
Carmen: En serio, Teresa ¿Qué te pasa?
Salió una lágrima del ojo izquierdo de Teresa.
Lidia siguió tomando su chicha morada y se quedó callada, ella si sabía lo que pasaba.
Teresa: Estoy saliendo con el Ingeniero Quijano.
Blanca: Te refieres al nuevo
Teresa: Si, él.
Blanca: El moreno guapetón, alto, de espaldas anchas, con mirada de bueno como la de Paul Newman.
Teresa: Exacto.
Blanca: Yo no veo ningún problema.
Teresa: Lo que pasa es que le he mentido.
Blanca: ¿Cómo así?
Teresa: Me he pintado como una chica de su casa, una santa.
Blanca: ¿Por qué has hecho eso? Las mentiras siempre traen malas consecuencias, muéstrate como eres, cuéntale de ti, si te acepta como eres quien sabe puedan hacer algo a futuro. Si realmente le interesas sólo se va enfocar en tu presente y que pueden hacer juntos. Me imagino que lo haz hecho porque seguro te gusta mucho.
Teresa: Si demasiado, es lindo. Tiene cada detalle que me siento una nueva mujer a su lado.
Carmen observaba decepcionada la escena romántica que protagonizaba Teresa en la mesa. Lidia tomaba apuntes en su cerebro. Blanca buscaba algo más para decir.
Blanca: Teresa recuerda que este es un pueblo chico, tarde o temprano le van a contar sobre ti.
Teresa: Ya le dije que la gente aquí es mal hablada y él se la ha creído, que linda es su inocencia.
Blanca: Teresa reacciona, ese tipo de hombres son curiosos, le va preguntar a la gente de tu barrio y se va interesar por tu familia. Se va llegar a enterar de todo tu pasado. Mujer, tú tienes una historia, tienes que contarle.
Teresa: ¡Soy una mujer sin historia desde que lo conocí!
Carmen no soporto más escuchar tanto floro, se le estaba malogrando la digestión, así que pidió permiso y se fue de la mesa. Lidia pidió a uno de los cocineros que le dieran un nuevo vaso de chicha morada, la conversa que escuchaba se encontraba muy interesante.
Este fue el punto de partida de la desunión de las amigas. Carmen buscó una nueva maestra, la operadora de la máquina central de enfriado fue su nueva aliada. No volvió a dirigirles la palabra a sus ex-amigas. Años más tarde murió de cáncer al útero.
Lidia fue la segunda en apartarse del grupo y no por idea propia, el jefe de personal de limpieza le dijo que si quería conservar su trabajo mejor se abriera del grupo de Teresa y se quedara callada de ahora en adelante. Contra su voluntad lo hizo, pero cuentan que conservó su trabajo hasta ya avanzada edad.
Ahora Blanca se acompañaba con Teresa para almorzar.
Blanca: Ya le contaste, han pasado meses.
Teresa: No… Tengo que confiarte algo. Estoy embarazada.
Blanca: Dios bendito ¿Qué vas hacer?
Teresa: Voy a tenerlo, ahora Pedro Quijano va ser mi marido.
Blanca: Tú crees que va aceptar así por así casarse y asumir el niño.
Teresa: Si. Él me ama.
Blanca: No sabes como son los hombres que vienen de Lima, por más inocentes y buenos que puedan ser, ¡son hombres!.
Teresa: El amor que siente por mi es lo que manda.
Pasaron unas semanas y la barriga de Teresa empezó a crecer. Ya no comía con Blanca, no por falta de ganas sino porque el ingeniero Quijano consiguió que ella asistiera al comedor reservado para la gerencia e ingenieros.
Se casaron a los cinco meses de gestación. Teresa era la mujer más feliz del mundo. Blanca se enteró por Lidia que Teresa presumía ante las mujeres de los ingenieros que su matrimonio era perfecto, que nunca se acabaría y que él nunca se enteraría de nada.
Paso un año, pasaron dos años. Eran inicios de los 80 y en el Perú se expandía la gran migración hacia Lima. Blanca tuvo la suerte que su machucante la pidiera en matrimonio, se casó y luego se dirigió también a Lima.
Teresa era objeto de envidia en la Esparraguera, estaba casada con el hombre más guapo y con mayor sueldo de la empresa. Nadie pensaría que algo terrible iba a ocurrir …… pero ocurrió.
Al mediodía del 12 de Agosto de 1980, Teresa se encontraba en el comedor del personal femenino conversando con las nuevas muchachas que habían entrado a trabajar. Era raro porque ella desde hacia dos años sólo se codeaba con los gerentes, ingenieros y sus esposas en el comedor principal. Pero esa fatídica tarde no fue así. Todo comenzó con un grito que vino de afuera del comedor, capaz de alcanzar los tímpanos de todos los edificios circundantes.
Pedro Quijano: ¡Que todos sepan que Teresa Gamarra no es una mujer honorable, ni ella ni su familia!
El hombre parecía un poseído. Todo el personal abandonó sus puestos y corrió a escucharlo. Las mujeres del comedor fueron a los ventanales laterales, los cocineros observaron por las ventanas superiores de la cocina, los gerentes e ingenieros miraron desde el comedor principal como si estuvieran asistiendo a una función de teatro.
Pedro Quijano: ¡Ella me rogó para que nos casáramos! ¡Que si no lo hacia, la iban a botar del trabajo! Tenían que verla toda ella con su cara de santita. Quien diría que tras esa máscara se esconde una ………………!
Teresa sintió que la sangre se le subió a la cabeza, creyó que se iba a desmayar. El escándalo era tremendo, la humillación a la que estaba siendo sometida. Ella se había regenerado con Pedro, ya no era una pendeja, sin embargo su pasado y su familia (pendeja como ella) le estaban pasando factura. Sus siete hermanas eran promiscuas y su fama llegaba hasta Chiclayo, que justo fue uno de los lugares que había visitado Pedro los últimos meses como parte de la expansión de la empresa.
Pedro Quijano: ¡Me voy al extranjero! ¡Espero no volver a verte nunca más Teresa ……… me estás escuchando! ¡Nunca más!
El ingeniero Pedro Quijano se marchó con sus ojos completamente rojos. Un silencio invadió la empresa. Cuentan quienes la vieron que Teresa volvió a su puesto de trabajo como si nada hubiera ocurrido. Ni lloro ni dijo nada. El personal no quiso darle una palmadita de aliento. Estaba jodida.
A los tres días había sido aceptada la renuncia de Teresa. La gerencia le indico a Recursos Humanos que le dieran un bono extra sumado a su gratificación por tiempo de servicios. Nadie sabe porque le dieron un bono extra, no se le conocía mérito alguno, lo único que todos sabían es que tenía un niño pequeño al que mantener.
Ciudad de Lima, mañana del día 10 de Setiembre del 2010. Teresa actualiza su perfil del Facebook. Se siente una estrella de cine (o quizá de televisión) con la foto que se ha tomado especialmente para la red social. Es que tiene que verse regia para su legión de admiradores que la agregan sin siquiera ella haberlos conocido. Por otro lado en su muro pone su estado de ánimo “Estoy feliz”, también es necesario indicar dónde se encuentra: “Teresa indica que se encuentra en Heladería Javier Prado” (con mapa incluido). El blackberry le simplifica su actualización de datos, ella piensa: “este aparatito es una maravilla, además todos lo tienen, es de gente fina”.
Teresa sale de la Heladería, un hombre la observa desde la acera del frente. Cruza la pista y se le acerca.
Hombre: Hola, soy Alberto … … del Facebook.
Teresa: Wow, mucho gusto. Que guapo que eres.
Hombre: Te acuerdas que te dije que te iba a sorprender un día.
Teresa: Pues lo estas haciendo. ¿Cómo me encontraste?
Hombre: Luego te explico linda, ¿Qué te parece si vamos en mi auto a Jesús María, ahí tengo mi departamento del que te hablé, recuerdas?
Teresa: Si, vamos pues.
A Teresa no se le volvió a ver nunca más.
Comentarios
Paz&Amor
Isaac
Interesante.
Un pasado... un presente que a veces no es tan real.
Saludos.
Saludos David!
PazyAmor
Isaac
UN ABRAZO
No me pierdo para mañana esta entrada. Si no nos viene otra avería eléctrica, estaré aquí dedicándome un buen rato a tus letras.
Beso.
Es curioso notar que los hombres piensan que las mujeres, cuando estamos en grupo, hablamos de nuestras relaciones con ellos sin tapujos. Supongo que habrá quienes lo hagan, pero hasta ahora te cuento que no he pasado por ese tipo de reuniones. (Si me dicen con tu mejor amiga, esa es otra historia...).
Lo que me llevo de lo leído -todos nos "llevamos" algo de aquello que leemos- es que nadie puede engañar a su propia naturaleza por mucho tiempo.
Muy bueno tu blog.
Saludos.
Um abraço
oa.s
AUNQUE SIGO AUSENTE,TE VUELVO A AGREGAR.
BESOS.
me gsuto me gusto
:D
Saludos.
Estuve este año en Perú y me ha encantado, aprovecho para felicitarte por tu linda gente.
Saludos
Te felicito!
Besitos en el alma
Scarlet2807
Me ha gustado David.
Un beso
Esta Teresa estaba como un globo sonda.
Muy interesante y muy bien narrada.
Abrazos
Grcias David, por tu visita a m,i casa, en done eres muy bienvenido con o sin espárragos.
Saludos
Waauuuu me ha encantado, te luces, muy bien escrita!
Prometé mas, por fa!
Los diálogos fluyen realistas y divertidos en la femeneidad de los personajes, la amistad y el sexo de por medio. A la vez dejan pensando, como las aventuras de Teresa.
Y ese final... pregunta abierta al lector. Donde esta ella??
Genialllll, ahora me voy a leer Arequiflor!
Besitossss muahhhhk, nos encontramos.
Un abrazo David.
Y yo me suelo preguntar¿ de qué hablaran los hombres? y la verdad siento bastante curiosidad.
Mis amigos me cuentan algo,pero dudo mucho sean sinceros jajjaa.
Creo que nunca lo sabremos chicas...pero no importa,nosotras seguiremos hablando lo mismo que hasta ahora...de ellos.
Buenísimo relato David... un poquitín
largo...siempre divertido, es verdad lo digo porque siempre voy corriendo.
Un abrazo.
Bjs.
Las mujeres somos así pero vosotros no sois nada sin nosotras y viceversa, así que, nos aceptamos.
Un abrazo
Mario.
Valió la pena leerlo.
Gracias por tu visita una vez más.
Saludos.
Me gusto.
Un beso David.
para contar
saludos
Muito bom!
Carla
Salu2!
Un abrazo.
Un gran abrazo que estés muy bien.
Mi beso para ti
Saludos y un abrazo.
Contraste entre a realidade e o sonho.
Mulheres que nascem puras e se poluen...
através de homens que nascem puros
e se desencaminham no caminho...
Maria luísa
Besines y sonrisas mil :))
Saludos
Roy
Un fuerte abrazo.
Un besito y feliz semana.
Voltarei aqui parta ler e comentar este trabalho.
un abrazo
Marina
***ESPIGAS DEL ALMA III***
Saludos.
Siempre es mejor ir con la verdad por delante las mentiras siempre se descubre bueno casi siempre...
Las decisiones difíciles es mejor pensarlas dos veces...
Gracias por tu comentario en mi blog
Besos
Me encanta el blog. Te invito a que pases y sigas el mío, si te gusta, hazmelo saber. Un besito.
http://elvientomesusurra.blogspot.com
Hablando en serio, curioso relato.
Saludos.
Te mando un abrazo...desde Uruguay
unahistoria interesante, pero soy de las que piensan que los hombres son mas chismosos que las mujeres, por experiencia. Sólo que en los hombres por nuestra sociedad es natural la permision, una historia interesante,
un abrazo
¿si? Besos.
saludos
Te felicito, un buen y sólido relato.
Un abrazo.
Creo que es la viva imagen de como de tanto contar las mismas historias te mimetizas con ellas hasta el punto ser la historia al ciento por ciento.
Escribir.. Escribir es vital.
Miles de abrazos
Veró
abrazzzusss
Hay que saborearlas con detenimiento.
Abrazo.
Tienes que repetir :)
Un saludo
Roy
Saludos
Atrapante la historia; me gustó, quizás sentí un poco "moralista" su argumentación (no es una critica, es una postura personal)
Me encantó la relación establecida entre las imagenes y el argumento.
Un Abrazo, ta muy bueno el Blog.
Un besito.
Um prazer passar aqui... obrigada por trazer-me até seu blog.
Um beijo carinhoso.
Un beso.
Excelente tus sitios. Me quedo para continuar con la lectura...
Saludos
Elsa
de llevar el relato, mantienes la expectativa y ademas cosas muy ciertas y ese inesperado final.
Me quito el sombrero felicidades!!
Muy bueno.
Felicidades.
Abrazos.
Saludos desde Barcelona
Muy buen texo, seguiré visitándote.
Digamos que las amigas se complementan entre sí, lo que a una le falta, le sobra a la otra y entre ellas aprenden, supongo.
Eso sí fiarte del primero que aparece por la Red....
Gran relato y real, me ha encantado.
Besotesss
Saludos.
Me gustado leerte.
Gracias por tu comentario.
Me quedo para seguir saboreando tus letras.
Saludos.
Interesting blog:)
Y como dice mi compatriota, Taty Cascada, nada es permanente y todos vamos cambiando constantemente!
Gracias por tu huella,
Saludos,
Ali
Que tremenda historia......oscura....y que final!!!! Me disloco....
UN ABRAZO
STAROSTA
(UN PRODUCTO DE SU IMAGINACION)
Saludos cordiales.
ALTA ENTRADA :) me gusta muchisimo!
Gracias por haber firmado mi blog. Saludos.
Saludos
Un fuerte abrazo tu amigo Ramon/Roy
Un beso.
besos
Disculpame que no pude entrar antes, fue por motivos que no pudieron esperar.
es maravilloso visitarte.
besitos para ti querido amigo, que Dios te bendiga.
Ahora espero un poema, prosa, versos, talento te sobra.
Smareis
Ah, y muchas gracias por tu visita!!! Ten por seguro que volveré. un beso grande desde Argentina...
Besos
Medio de este mundo mágico
Del ordenador te tengo te deseo
Feliz fin de semana.
Un cordial abrazo
Marina
***ESPIGAS DEL ALMA III***
saludos
Gracias por visitar mi blog. Y aunque tienes un millón (exagerando) de comentarios te escribo el mío.
Le voy a picar al boto cito azul.
Me uno.
Tus personajes son cuatro compañeras; las amigas no se dejan nunca.
Saludos!
estaba con una varicela terrible....
ahora paso a dejarte saludos y a decirte que llorar no me gusta.... obvio que te desahoga pero bueno yo cuando lloro luego quedo como un mostrito todo hinchado y deforme soy un horror espanto de los espantos!
bueno david del cine....te dejo besines y gracias por estar
:D SAUVIGNONA
Besitos.
P.D. y gracias por los enlaces que has dejado en mi blog, de Hitchock.
♥Aunque no pueda entrar todo los días♥
♥`*.*´¨) Estas en mi corazón♥•.•°•. ♥
¸.•´¸.•*´¨) ¸.•*¨)Te dejo todo mi cariño.•´ ♥
(¸.•´ (¸.•` * *» ♥.•°•.•.♥::♥♥ Besitos♥♥ ::♥•.•
♥•.•°•. ♥ Que Dios te bendiga♥•.•°•. ♥
♥•.•°•. ♥ (¯`•.•´¯) (¯`•.•´¯)♥•.•°•. ♥
♥•.•°•. ♥*`•.¸(¯`•.•´¯)¸.•´ ♥•.•°•. ♥
♥•.•°•. ♥¤ º° ¤`•.¸.•´ ¤ °º ¤♥•.•°•. ♥
“Un amigo verdadero es alguien que
Llega cuando todos los demás se van,
Y se queda cuando todos los demás
Han desaparecido. Gracias por Estar”
♥*»* ♥.•°•.•.♥::♥♥ Noemí♥♥ ::♥•.•°•. ♥*»*
Que tengas un hermoso fin de semana♥
Que bien tramada tu historia, aunque no me identifico como mujer, y qué susto el final!
Gracias por tu comentario :)
Petó
Te dejo un cariñoso saludo
Vine a curiosear tu blog, devolviéndote tu visita a mi submarino y me encontré con este apasionante texto. Escribes muy bien, tienes una pluma que captura fácilmente.
Solo quisiera decir que de cierta forma resiento que aquí encasilles a las mujeres como chismosas, "fáciles" y "busca-maridos" pero, bueno, esperaría que haya sido nada más para efectos de esta historia.
Lo que sí es cierto es que "quien juega con fuego, se puede quemar" y justamente es lo que le pasó a Teresa, quien no aprendió de su lección de vida primera al creer que con una mentira se podría construir una vida. Y, años más tarde, continúa su vida desenfrenada hasta que topa con una persona que le pone punto final.
Saludos,
Katmarce--
submarinopimienta.blogspot.com
Pasaba a saludarte me voy de vacaciones hasta primeros de Septiembre,
un abrazo.
Muchas Gracias por tu visita, ya nos leemos.
Saludos,
Bea
Me hiciste meter en la historia, en cada personaje, en el díalogo entre ellas. Sentía que estaba en el teatro viendo una excelente obra.
Gracias por manifistarte mediante la escritura. Eres maravilloso David
Me alegro que te haya gustado el cielo fotografiado, te enviaré el que te gusta a tí por correo =)
Gran abrazo!!!
Un abrazo (:
Un abrazo
Gracias por haber pasado por mi rincón.
Saludos
Què habrá pasado con ese hombre del face? què intriga................
Un beso
GRACIAS POR LA PUBLICACIÓN.
Saludos!
leer este relato,
¡ah!el mundo de las mujeres.
Te sigo, un abrazo
Gracias por el comentario.
Un saludo.
un abrazo..
Regresaré con más detenimiento.
Saludos anisados.
Saludos
Abraço!
Smareis
Pase a saludarte, y desear que tengas una excelente semana... llena de magia y luz...
Gracias por visitar mi blog, serás siempre bienvenida. Yo pasare por aquí cada vez que el tiempo me lo permita, un abrazo.
Como no cambies pronto la reseña vas a"quemar" la lista de comentarios. Perdona, quería hacerte una pregunta que igual ya te había hecho ¿Tienes cuenta en Facebook?
Perdona si es una pregunta reiterativa!
Un fuerte abrazo
Roy/Ramón
f
Gracias.
SAludos Evelyn
http://enelvuelo.blogspot.com/
Por cierto soy Pérfida
Un saludo coleguita
Me he entretenido un buen rato, hasta el final, ese final inquietante y que me ha dejado pensando en la "sorpresa" que le aguarda a Teresa; nada bueno, seguramente
Un placer leerte, David
Ío
Que final habrá tenido Teresa, eh?!
Un placer leerte. gracias por tus comentarios en mis blogs!!
Un saludo!!
Un abrazo.
Gracias por tu comentario en nuestro blog y felicitaciones por este atrapante sitio.
Gostoso de ler em teu idioma.Ótimo!!!!!!!
Obrigada pela visita.Apareça sempre.
Te mando un beso desde mi Mexico
Saludos!!!
Espárragos, me encantan de cualquier forma, lo mismo frescos que en lata son buenísimos y muy sanos... Mi tierra, Navarra, también es conocida por ellos. Y también hay muchas conserveras donde encuentran empleo muchas mujeres ya que no hay máquina que pele los espárragos tan bien como las manos... femeninas o masculinas, aunque también por aquí se prefiere a las mujeres.
http://photojazzmv.blogspot.com/
Soy de la opinión de que a la pareja hay que contarle tu pasado, no importa lo que hicieras o fueras, lo que importa es lo que eres en el presente, como sientes y te comportas. Las mentiras tienen las patas muy cortas y al final todo sale a la luz. Mejor decir la verdad y estar tranquilas. Si alguien te quiere te acepta, con tu pasado, con tu historia, comparte tu presente y ansía el futuro a tu lado.
Un gran relato.
Un saludo.
Un saludo enorme, David. Buenas noches.
¡Saludos y gracias por pasar!
LINDO LUGAR!!
SI TE INTERESAN LOS TEMAS AMBIENTALES, TE INVITO A SEGUIR MI BLOG, DONDE SERÁS BIENVENIDO.
http//masalladeloquevess.blogspot.com/
SALUDOS!! PAT
Saludos desde Barcelona!
Núria
Saludos blogueros
Excelente historia, triste final... como para una película.
Un abrazo.
Gracias
Saludos.
y otras, que calla mucho
Por favor David, pásate por mi blog tienes una sorpresa que espero que te guste...
Me encanta como escribes...te leo siempre, aunque no siempre comente...
Besos
muchos cariños
Gracias por tus palabras!!
Un beso!!
te has percatado que casi es un guión de cine? así me llego a mi,
volví,a comentar,por los blogs!
te dejo mil gracias,por tus visitas,y gracias por compartir!
un abrazo enorme,
lidia-la escriba
Y lo único constante es el cambio y Carpe Diem son 2 frases que tengo escritas en mi zotano hace casi un año ja,lo digo por tu comentario en mi blog.
Buen finde!saludos.
Enhorabuena.
Un saludo.
Marina
Muchos saludos.
Tornei a voltar
tornei a ler
voltei a entender
tudo que deseja dizer
E amei...uma vez mais!
Maria Luísa
Se torne meu seguidor, por favor,
para não mais o perder!Coloque sua
sigla nos meus seguidores -
É uma Honra!
Maria Luísa
p.s. sou Portuguesa!
un abrazo.
tienes la facilidad de que pueda transportarme en la historia.
Sin dudas pasaré mas seguido por aquí.
Pd. que bueno es ser lo que tanto soñaste...
Un beso niño
Hace un momento debía revisar algo en mi blog y me he dado cuenta que has pasado por mi villa hace algún tiempo; muchísimas gracias.
Magnífico tu blog, estupenda tu narración; en verdad hablas de una mujer con muchísimas historias qué contar.
Cordiales saludos
Un placer haberte encontrado.
La otra, no.
Saludos.
También sigo este:
http://violetalimonada.blogspot.com/
Saludos
Cumprimentos