El Coaching en el Cine Parte 3
Ratatouille
(Dirigido por Brad Bird – USA 2007)
La excelencia es para espíritus imaginativos, espíritus decididos, con coraje. Deben arriesgarse a fallar. Y jamás dejen que alguien defina sus límites por venir de donde vinieron.
Dicen que la mejor comida de París se prepara en el Restaurant de Cocina Gourmet Gusteau’s. Su dueño, Auguste Gusteau, ha escrito un libro con mucha repercusión en el mundo de la cocina “Cualquiera puede cocinar”. Sin embargo no todo el mundo piensa como Gusteau, el crítico culinario Antón Ego afirma que “Cualquiera no puede cocinar”.
Gusteau tiene muchos fanáticos, entre ellos una rata llamada Remy. Esta rata hace las funciones de detector de veneno en el clan de ratas donde él vive. Poseedor de un sentido del olfato y gusto muy desarrollados. Remy tiene algo que le falta a las demás ratas: Remy es una rata que piensa, lee y aprendió a cocinar mirando la tele de la vecina humana que vive cerca de sus vivienda y es fanática del programa que tiene Gusteau en la tele.
Remy: Quiero inventar cosas. Quiero dejar mi huella en el mundo.
Padre de Remy: Hablas como humano. Debemos tener cuidado de los humanos (mirando los venenos para rata). Vivimos en el mundo de los enemigos.
Remy: No, papá, no lo creo. Me dices que el futuro es … que solamente se puede ser de este modo.
Padre de Remy: Así son las cosas. No puedes cambiar la naturaleza.
Remy: La naturaleza es cambio, papá. El cambio es nuestra opción. Y se inicia cuando se decide.
Padre de Remy: ¿A dónde vas?
Remy: Con suerte, hacia adelante.
Por esos destinos que tiene la vida, Remy termina en París sólo y sin su familia. Es en esas condiciones que conoce al espíritu de Gusteau (recientemente fallecido). El espíritu se le presenta como un fantasma, como un holograma que lo comienza a guiar por la ciudad para que Remy descubra todo ese yo interior, ese potencial que hay dentro de él.
Gusteau: Si te concentras en lo que dejaste atrás, nunca podrás ver lo que te depara el futuro.
Remy llega a la cocina del famoso Restaurant Gusteau, el cual ya no es cinco estrellas. Desde la crítica despiadada de Antón Ego y la muerte de Gusteau, el restaurant es ahora de sólo tres estrellas. El nuevo chef Skinner es un tipo muy asado, quejoso. El día que Remy mira desde la ventana la cocina de Gusteau, llega un jovencito llamado Alfredo Linguini afirmando que es hijo de Renata Linguini, antigua novia de Auguste Gusteau, solicitando ayuda para que le den empleo. Como la única plaza que hay es de lavaplatos, se la dan al flaco.
Linguini tiene fantasías de ser cocinero pero es de aquellos que no nacieron para eso. Remy se da cuenta al observar que Linguini prepara una sopa sin autorización del chef ni de nadie. Remy corre para ayudarlo (el espíritu de Gusteau lo alienta). Echa especies, leche, ajos y cuando esta por echar un nuevo ingrediente más, se da con la mirada perpleja de Linguini. El flaco atrapa a la rata, para luego convertirse en conjunto en un dúo dinámico de la cocina. Mismo Batman y Robin hacen que el restaurant Gusteau adquiera niveles de fama que ya no tenía. Skinner no soporta que un jovenzuelo tenga tanto éxito, le tiene envidia y se pone peor cuando descubre que Linguini es en realidad hijo de Auguste Gusteau y legitimo heredero del restaurant. Skinner presume que Linguini es medio tonto, debe guardar algún secreto que él tiene que descubrir para acabar con todo ese éxito. Ese éxito se llama Remy. Nadie sabe que la rata es la que cocina utilizando como títere a Linguini. Además de Skinner también deberán luchar contra el poderoso crítico Antón Ego que está dispuesto a bajar de nuevo de su nube al restaurant Gusteau.
Uno de los mejores films de Disney. Recomendable para todas las edades. Le guardo mucho cariño al film porque mi sobrino de cinco años me dijo para verla y fueron casi dos horas de un cine para usar el cerebro. Mi sobrino aplaudía cuando acabó la película. Atentos a la canción de Camille “Le festin”. Vean la película y como dice Antón Ego sorpréndanse.
Conversaciones coaching en la película 1:
Linguini: Gracias por los consejos de cocina
Cocinera Colette: Gracias a ti
Linguini: ¿Por qué?
Cocinera Colette: Por escucharme
Conversaciones coaching en la película 2:
Remy: Tú eres libre.
Espíritu de Gusteau: Soy tan libre como me imagines. Igual que tú.
Remy: Por favor. Estoy harto de fingir. Finjo ser una rata para mi padre. Finjo ser un humano con Linguini. ¡Y hasta finjo que tú existes para tener con quién hablar! ¡Tú sólo me dices cosas que ya sé! ¡Sé quien soy! Lo ves ¿Por qué necesito que me lo digas? ¿Por qué necesito simular?
Espíritu de Gusteau: Ja ja ja. Pero no lo haces, Remy. Nunca lo hiciste.
El Espíritu de Gusteau desaparece de la escena y ya no vuelve a aparecer en la película. Remy abre los ojos desmesuradamente como si hubiera encontrado respuestas a sus preguntas.
Remy: SOY UN CHEF
Pensamientos de Antón Ego:
El mundo suele ser cruel con el nuevo talento, las nuevas creaciones. Lo nuevo necesita amigos.
No todos pueden convertirse en grandes artistas, pero un gran artista puede provenir de cualquier parte.
(Dirigido por Brad Bird – USA 2007)
La excelencia es para espíritus imaginativos, espíritus decididos, con coraje. Deben arriesgarse a fallar. Y jamás dejen que alguien defina sus límites por venir de donde vinieron.
Dicen que la mejor comida de París se prepara en el Restaurant de Cocina Gourmet Gusteau’s. Su dueño, Auguste Gusteau, ha escrito un libro con mucha repercusión en el mundo de la cocina “Cualquiera puede cocinar”. Sin embargo no todo el mundo piensa como Gusteau, el crítico culinario Antón Ego afirma que “Cualquiera no puede cocinar”.
Gusteau tiene muchos fanáticos, entre ellos una rata llamada Remy. Esta rata hace las funciones de detector de veneno en el clan de ratas donde él vive. Poseedor de un sentido del olfato y gusto muy desarrollados. Remy tiene algo que le falta a las demás ratas: Remy es una rata que piensa, lee y aprendió a cocinar mirando la tele de la vecina humana que vive cerca de sus vivienda y es fanática del programa que tiene Gusteau en la tele.
Remy: Quiero inventar cosas. Quiero dejar mi huella en el mundo.
Padre de Remy: Hablas como humano. Debemos tener cuidado de los humanos (mirando los venenos para rata). Vivimos en el mundo de los enemigos.
Remy: No, papá, no lo creo. Me dices que el futuro es … que solamente se puede ser de este modo.
Padre de Remy: Así son las cosas. No puedes cambiar la naturaleza.
Remy: La naturaleza es cambio, papá. El cambio es nuestra opción. Y se inicia cuando se decide.
Padre de Remy: ¿A dónde vas?
Remy: Con suerte, hacia adelante.
Por esos destinos que tiene la vida, Remy termina en París sólo y sin su familia. Es en esas condiciones que conoce al espíritu de Gusteau (recientemente fallecido). El espíritu se le presenta como un fantasma, como un holograma que lo comienza a guiar por la ciudad para que Remy descubra todo ese yo interior, ese potencial que hay dentro de él.
Gusteau: Si te concentras en lo que dejaste atrás, nunca podrás ver lo que te depara el futuro.
Remy llega a la cocina del famoso Restaurant Gusteau, el cual ya no es cinco estrellas. Desde la crítica despiadada de Antón Ego y la muerte de Gusteau, el restaurant es ahora de sólo tres estrellas. El nuevo chef Skinner es un tipo muy asado, quejoso. El día que Remy mira desde la ventana la cocina de Gusteau, llega un jovencito llamado Alfredo Linguini afirmando que es hijo de Renata Linguini, antigua novia de Auguste Gusteau, solicitando ayuda para que le den empleo. Como la única plaza que hay es de lavaplatos, se la dan al flaco.
Linguini tiene fantasías de ser cocinero pero es de aquellos que no nacieron para eso. Remy se da cuenta al observar que Linguini prepara una sopa sin autorización del chef ni de nadie. Remy corre para ayudarlo (el espíritu de Gusteau lo alienta). Echa especies, leche, ajos y cuando esta por echar un nuevo ingrediente más, se da con la mirada perpleja de Linguini. El flaco atrapa a la rata, para luego convertirse en conjunto en un dúo dinámico de la cocina. Mismo Batman y Robin hacen que el restaurant Gusteau adquiera niveles de fama que ya no tenía. Skinner no soporta que un jovenzuelo tenga tanto éxito, le tiene envidia y se pone peor cuando descubre que Linguini es en realidad hijo de Auguste Gusteau y legitimo heredero del restaurant. Skinner presume que Linguini es medio tonto, debe guardar algún secreto que él tiene que descubrir para acabar con todo ese éxito. Ese éxito se llama Remy. Nadie sabe que la rata es la que cocina utilizando como títere a Linguini. Además de Skinner también deberán luchar contra el poderoso crítico Antón Ego que está dispuesto a bajar de nuevo de su nube al restaurant Gusteau.
Uno de los mejores films de Disney. Recomendable para todas las edades. Le guardo mucho cariño al film porque mi sobrino de cinco años me dijo para verla y fueron casi dos horas de un cine para usar el cerebro. Mi sobrino aplaudía cuando acabó la película. Atentos a la canción de Camille “Le festin”. Vean la película y como dice Antón Ego sorpréndanse.
Conversaciones coaching en la película 1:
Linguini: Gracias por los consejos de cocina
Cocinera Colette: Gracias a ti
Linguini: ¿Por qué?
Cocinera Colette: Por escucharme
Conversaciones coaching en la película 2:
Remy: Tú eres libre.
Espíritu de Gusteau: Soy tan libre como me imagines. Igual que tú.
Remy: Por favor. Estoy harto de fingir. Finjo ser una rata para mi padre. Finjo ser un humano con Linguini. ¡Y hasta finjo que tú existes para tener con quién hablar! ¡Tú sólo me dices cosas que ya sé! ¡Sé quien soy! Lo ves ¿Por qué necesito que me lo digas? ¿Por qué necesito simular?
Espíritu de Gusteau: Ja ja ja. Pero no lo haces, Remy. Nunca lo hiciste.
El Espíritu de Gusteau desaparece de la escena y ya no vuelve a aparecer en la película. Remy abre los ojos desmesuradamente como si hubiera encontrado respuestas a sus preguntas.
Remy: SOY UN CHEF
Pensamientos de Antón Ego:
El mundo suele ser cruel con el nuevo talento, las nuevas creaciones. Lo nuevo necesita amigos.
No todos pueden convertirse en grandes artistas, pero un gran artista puede provenir de cualquier parte.
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