Es tiempo de cambiar Parte 2
Contraté a un asesino a sueldo
(Dirigido por Aki Kaurismaki – Finlandia 1990)
(Dirigido por Aki Kaurismaki – Finlandia 1990)
Asesino a Sueldo 1: Henri, tomate un trago con nosotros. Te invitamos
Henri Boulanger: No bebo.
Asesino a Sueldo 2: Y ¿Qué importa eso ahora?
Al rato los dos asesinos y Henri están compartiendo 9 cervezas. 4 para cada asesino y una para Henri.
Asesino a Sueldo 1: ¿Por qué quieres morir, Henri?
Henri Boulanger: Por razones personales.
Asesino a Sueldo 1: Si la vida es bella.
Asesino a Sueldo 2: Es un regalo de Dios.
Asesino a Sueldo 1: Piensa en las flores y en los animales y en los pájaros.
Asesino a Sueldo 2 (bien mareado): Mira esta copa. ¿Quiere morir acaso? ¡Ni hablar!
Henri Boulanger: No lo entienden. Me han despedido.
Asesino a Sueldo 1: ¿Y qué? Busca otro trabajo.
Las primeras imágenes nos muestran una ciudad sucia, no sabemos todavía en que país estamos. Eso si la mayoría de carteles o letreros están en inglés. La cámara nos muestra de pronto una oficina llena de puros hombres enternados con muchos papeles y folders en sus escritorios. Entre ellos hay uno de saco y corbata que tiene una mirada entre perdida y concentrada. A las 13:00 horas suena una alarma y todos se levantan para almorzar. Mientras todos se sientan juntos y hablan y se ríen. El tipo de la mirada perdida y concentrada juega con la cuchara en su sopa en la más profunda soledad, apartado de la mesa de sus compañeros, a tan solo un par de centímetros. A la salida del trabajo compra una especie de panes, va a su departamento, prepara su cena y escucha música en la radio. Sigue con la mirada concentrada en el más allá o en el más aquí.
A la mañana siguiente otra vez esta en su escritorio con un cerro de papeles. Se acerca un encorbatado y le comunica que el jefe del departamento quiere verle. Se levanta de su silla, se arregla la corbata, se pone como más esbelto y camina de una manera elegante decidida. El jefe le comunica al hombre de mirada perdida y concentrada, le llama Henri Boulanger (Jean-Pierre Leaud) que esta despedido. La empresa esta en reorganización y los primeros en ser despedidos van a ser los ciudadanos no británicos, Boulanger es de origen francés. Le comunican que ese mismo día debe abandonar la empresa. En ese mismo instante. Le dicen que firme un papel. Con la mirada concentrada en el más aquí firma en el acto. En señal de agradecimiento por los 15 años dedicados lealmente a la empresa británica le dan un reloj de oro con una particularidad que él se da cuenta luego, el reloj no funciona. Vuelve a sus escritorio, donde ya no hay papeles, esta limpio, solo queda el teléfono que al rato se lo llevan igual que al escritorio. Sólo quedan Boulanger sentado en su silla.
Su mirada es ahora triste, desolada. Sale de la empresa con una sensación de frío. Mira su agenda, los pocos números telefónicos de sus pocos amigos han sido cambiados. Mira hacia el cielo. Toma una determinación. Va a una ferretería y compra tres metros de soga. Busca la más resistente. Llega a su departamento y busca ahorcarse, fracasa. Su segundo intento de suicidio es con el gas de su cocina, también fracasa en su intento de asfixiarse. Tiene que hallar alguna forma de salir del mundo, vende su reloj de oro y obtiene un dinero. Se le ha ocurrido una nueva idea, va a un bar de mala muerte y le dice a los presentes que necesita a un asesino. Al rato lo llevan a una oficina adjunta al bar. Ahí un tipo pelado y sentado lo espera. Dos matones están a su costado. Boulanger quiere que maten a un tipo, el jefe pelado le dice de quién estamos hablando. Boulanger saca una foto de él mismo. El jefe se sorprende, le dice porque él mismo no lo hace. Boulanger le responde que lo ha intentado pero ha fracasado porque es un cobarde. Llegan a un acuerdo por mil libras para que en un plazo de menos de dos semanas subcontraten un asesino y se encargue del infeliz Henri Boulanger. Se estrechan la mano y le invitan unos tragos.
Al día siguiente Boulanger espera a su asesino sentado en el sillón de su departamento. Pasa el tiempo y nada, comienza a impacientarse. Tiene una vez más la mirada entre perdida y concentrada. Las horas siguen su camino y ya es de noche. Se aburre. Mira por la ventana y fija su mirada en el Pub del frente. Le deja un papel a su asesino indicándole que esta en el Pub. Entra al pub y al rato ya se ha tomado varios vasos de whisky y fumado un par de cigarrillos. Una vendedora de rosas entra al Pub, Boulanger la mira, se levanta de su asiento y le pregunta por su nombre
Henri Boulanger: ¿Cómo te llamas?
Vendedora de rosas: Margaret
Henri Boulanger: Siéntate
Vendedora de rosas: ¿Por qué?
Henri Boulanger: Porque quiero.
Luego que ella se sienta, empiezan una conversación totalmente sincera por parte de Boulanger. El tipo se esta desahogando. Ella lo esta escuchando. Le inspira pena y confianza. Boulanger la mira como buscando algo en ella, quizá amor. Lo que no sabe Boulanger es que su asesino a sueldo ha estado afuera mirando todos los movimientos suyos en el Pub. Cuando sale del Pub, Boulanger tiene un presentimiento. Siente que lo siguen, va a su departamento, luego cree que su asesino esta ahí, huye, corre de aquí para allá, de acá para aquí. Busca a Margaret (Margi Clarke) y le comunica que ha desistido de que lo maten porque la ha conocido a ella. Ella le sugiere que vuelva al Bar y comunique que ya no quiere matarse. La pregunta es le alcanzará el tiempo a Boulanger? Un final totalmente inesperado esta por ocurrir.
Otro sensacional film de Aki Kaurismaki. Un hombre esta dispuesto a suicidarse pero conocer a una mujer que se interesa por él, hace surgir en él, el amor. Este amor le permite cambiar para querer seguir viviendo y luchar por la vida, sin embargo para lograr nuevos objetivos en la vida debe desechar el pasado que tenía. El grandioso actor Jean-Pierre Leaud en uno de sus mejores films de todos los tiempos.
Antes de las dos escenas sensacionales del final de la película suena la música de Gardel (como en otras películas de Kaurismaki).
Cuesta Abajo (Carlos Gardel)
Si arrastré por este mundo
la vergüenza de haber sido
y el dolor de ya no ser,
bajo el ala del sombrero
cuántas veces embozada
una lagrima asomada
yo no pude contener.
Si crucé por los caminos
como un paria que el destino
se empeñó en deshacer;
si fui flojo, si fui ciego,
sólo quiero que comprendan
el valor que representa
el coraje de querer.
Era para mí la vida entera,
como un sol de primavera,
mi esperanza y mi pasión.
Sabía que en el mundo no cabía
toda la humilde alegría
de mi pobre corazón.
Ahora, cuesta abajo en mi rodada,
las ilusiones pasadas
ya no las puedo arrancar.
Sueño con el pasado que añoro,
el tiempo viejo que lloro
y que nunca volverá...
Por seguir tras de sus huellas
yo bebí incansablemente
en mi copa de dolor;
pero nadie comprendía
que si todo yo lo daba,
en cada vuelta dejaba
pedazos de corazón...
Ahora, triste en la pendiente,
solitario y ya vencido,
yo me quiero confesar;
si aquella boca mentía
el amor que me ofrecía
por aquellos ojos brujos
yo habría dado siempre más...
Comentarios
Te confieso que la atmósfera que has pintado me ha recordado intensamente a Kafka.
Espero poder conseguir el film.
Y gracias por los versos de Gardel, todo un placer.
Me ha encantado el post.
Un abrazo
Te confieso que la atsmósfera que has pintado me ha recordado bastante a Kafka.
Y los versos de Gardel...
Un post encantador. Espero encontrar la película.
Un abrazo
Saludos
De una vida aburrida sin sentido al despido, del despido al suicidio, del suicidio a encargar su propio asesinato y de ahí a evitarlo a toda costa.
Un abrazo
un abrazo.
Un abrazo
Veremos si la consigo por Internet, porque los videoclub de acá san lástima.
Besotessss
Espero tu participación en LA PELÍCULA DE LA DÉCADA. Más info:
http://cachecine.blogspot.com
Saludos!!
Y también, un buen blog.
Saludos.