Homenaje a Truffaut: Un cine cerebral Parte 3

El hombre que amaba las mujeres (1977) L’homme qui aimait les femmes

Una de las mejores películas en cuanto al tema esencial de Truffaut: el amor. La película se inicia con el entierro de Bertrand Morane (un Charles Denner magnífico en este papel), a dicho entierro sólo asisten mujeres, quizá el único hombre que se ve al inicio de la película es Truffaut que esta en el estacionamiento parado detrás de un auto y una vez que la cámara lo enfoca, empieza a caminar y desaparece de escena.

Esta película nos narra la historia de un hombre en un afán de conquista permanente. Le da igual si son viejas o jóvenes, experimentadas o inexpertas, rubias o morenas. Siempre en el amo debe haber juego, lo cual resulta indispensable es lo que piensa Bertrand. Las mujeres que se dejan conquistar por él piensan lo mismo. Bertrand es capaz de ir de una provincia a otra sólo por volver a ver las piernas de una mujer. Bertrand tiene una manera de pedir las cosas como si de ello dependiera su vida, eso les gusta a las mujeres. Él no se considera un Don Juan pero la verdad es que si parece.

Debido a que una vieja (de su edad) lo rechaza. A Bertrand se le ocurre escribir un libro sobre sus amores. Se remonta a la primera mujer, Ginette, una niña con la que descubre que la compañía de las mujeres le era indispensable y si no poder mirarlas. Coincidencias de la vida la primera mujer con la que tiene relaciones sexuales también se llama Ginette, prostituta de la calle joven y bella. Así sucesivamente Bertrand va escribiendo su afición por mujeres de la calle, luego se acuerda de su madre y habla de ella como si esta lo hubiera odiado.

“Las mujeres desean lo mismo que yo. Desean el amor. Todo el mundo desea el amor. Amor físico, amor sentimental, o sólo la ternura de alguien que ha elegido a otra persona por el resto de su vida y no mira a nadie más. Para mi no es el caso. Yo miro a todo el mundo” escribe Bertrand en su libro y agrega “Una pierna delgada es muy bonita, pero no soy enemigo de los tobillos gruesos. Puedo incluso decir que me atraen. Ya que prometen un ensanchamiento más armonioso al subir por la pierna”. En estas líneas vemos el pensamiento de Truffaut, un hombre fascinado por las piernas de las mujeres, Bertrand en esta película es la boca de Truffaut: “Las piernas de las mujeres son compases que recorren el planeta en todo sentido dándole equilibrio y armonía”. “Hace poco noté que en invierno me atraen los senos grandes. Mientras en verano los senos pequeños me agradan muchísimo”. Que es lo mejor que tienen las mujeres que no se conocen, precisamente eso que aún no se les conoce.

Bertrand vivirá varios romances mientras escribe el libro, a la vez que recordara otros. Una vez terminado el libro será aceptado para salir a la luz por Ediciones Betany. Y es más no lo querían, pero la editora Genevieve es la que lucha y convence a sus compañeros editores para que lo acepten. Un compañero dice del personaje del libro: “Uno no sabe que pensar del personaje, ¿es un enfermo?, ¿alguien obsesionado?, ¿es un caso patológico?, ¿un romántico desilusionado?” a lo que la editora responde: “Es simplemente un hombre”. Bertrand como es obvio también tendrá una aventura con Genevieve (que por cierto es una mujer, para variar, bellísima con un encanto en su mirada, en sus gestos).

Poco antes de la impresión del libro, Bertrand se encuentra con una ex. Ahí el espectador descubre que fue la única mujer a la que amo realmente. Posteriormente a este encuentro, Bertrand comprende que el libro lo había escrito por ese amor inconcluso.

El accidente en la navidad y su muerte marcan el lógico final de la película. “Las mujeres que amaban a un hombre” van a su entierro. A todas las amo a su modo, pero las amo. Igual que Truffaut con las mujeres de su vida. Igual que yo, igual que tú.

Escena para recordar: Esta oscuro y suena el teléfono. Bertrand prende la luz y contesta:

Bertrand: Hola
Telefonista: Hola. Es su servicio de despertador. Son las 7:00 a.m. señor.
Bertrand: Gracias. No cuelgue por favor. Es usted. Que gran alivio.
Telefonista: ¿Alivio? ¿Por qué?
Bertrand: Puedo reconocer su voz entre mil
Telefonista: Somos sólo 27 señor.
Bertrand: En todo caso sólo quiero que me despierte usted. Sabe lo que se atrevieron a hacerme la última vez. La que llamó para despertarme era otra.
Telefonista: No sabe cuanto lo siento.
Bertrand: Si eso vuelve a suceder ¿quiero saber como localizarla? ¿Cómo se llama?
Telefonista: No puedo decírselo. Debo colgar.
Bertrand: No se lo suplico. Déme otro minuto. La llamaré Aurora.
Telefonista: ¿Por qué Aurora?
Bertrand: Porque usted es quien me despierta al alba.
Telefonista: Ja, ja, ja ……
Telefonista cuelga el teléfono

El Cuarto Verde (1978) La Chambre Verte

Sin lugar a dudas es la obra de Truffaut donde todo encaja como un rompecabezas. Es la película donde el tema del amor cobra un sentido total en el inolvidable final de la película. Es el film donde Truffaut actúa y lo hace muy bien desde mi punto de vista. Es la película de Truffaut donde resume todas sus fantasías y traumas, y lo hace a través del personaje de Juliene Davenne.

La historia es acerca de un hombre (Julienne Davenne) que sobrevivió a la primera guerra mundial sin lesión alguna y cuya esposa murió hacia diez años. Davenne es un tipo solitario cuya principal virtud es haber escrito sobre 31 muertos sin repetir las mismas frases. Trabaja para una revista venida a menos. Davenne vive con su ama de llaves y un niño mudo. En el segundo piso hay un cuarto donde rinde culto a aquella mujer que tanto amo y que no logra olvidar. Le rinde un culto a su modo tan particular. Lo que el no sabe es que hay alguien en el mundo que tiene muchas similitudes con él pero una diferencia. Es la señorita Cecilia Mandel, cuya única diferencia es que piensa que si bien a los muertos hay que respetarlos y rendirles culto, debemos continuar con nuestras vidas y quien sabe conseguir un nuevo amor. Quizá los muertos estarían más felices si vieran realmente que nosotros estamos felices en el presente y hacia el futuro.

Esas cosas de la vida hará que se crucen Juliene y Cecilia. La muerte de un poeta, amigo de Juliene en su infancia y juventud, traerá consigo una serie de sucesos hasta la última pieza por colocar en el rompecabezas, o sea el final de la película.

Ocurrencias que me pasaron con respecto a este film:Estuve buscando el video de esta película. Sin embargo en Internet sólo habían casetes de vhs, los dvds brillaban por su ausencia. Las lecturas sobre esta película iban desde que fue un fracaso comercial cuando se estreno hasta otras como la obra maestra de Truffaut. De pronto leí que la iban a pasar en El Cinematografo de Barranco. Fue un Domingo 17 de Diciembre del 2006 el día en que hice mi cola con unas 36 personas más. La película empezó con las escenas de la primera guerra mundial y el rostro de Truffaut detrás de las escenas como contemplando toda la barbarie. Pasaron unos 20 minutos y Truffaut nos iba a develar que había dentro del Cuarto Verde cuando se corto la película. La gente comenzó a silbar. Luego el administrador dijo que habían fallas, que lo postergaban para el 2007. Llegado Enero encontré que la película la iban a pasar en el cable, pero esa noche tuve que hacer otras cosas. En El Cinematografo no estaba en el calendario de Enero. Llegado Febrero tampoco estaba y lo peor es que revisando blogs encontré que la habían pasado unos días antes el Cine Club de la Cayetano Heredia. Cuando me desperté el Domingo 04 de Marzo de 2007, por alguna razón pensé que esa noche El Cinematografo iba a pasar la película. Compré el periódico El Comercio y cuando busque la sección de cine, en efecto mi pensamiento se había hecho realidad, esa noche iban a pasar la película. Horas más tarde vi la película aunque esta vez sólo me acompañaron 21 personas más.

El amor en fuga (1979) L’amour en fuite

Quinta y última entrega de la saga de Antoine Doinel. La mejor para mí por la sencilla razón que las mujeres de su vida hacen un repaso del amor que siente o que ha sentido Antoine por ellas. Además Antoine en la historia ya ha escrito un libro (Las edades del amor) donde narra sus aventuras desde que lo vimos en Los Cuatrocientos Golpes hasta Domicilio Conyugal. Por otro lado se encuentra en pleno proceso de escribir un nuevo libro pero está medio trabado en saber que poner a continuación de un nuevo capítulo. El personaje de su libro (que no es otro que él, igual que Truffaut con Doinel como personaje de sus películas) se ha enamorado de la foto de una mujer que aún no conoce. Luego de conocerla y conseguir que ella lo ame, vivirán una historia juntos donde ella tendrá decepciones, desilusiones, rupturas. En conclusión el personaje del libro de Doinel es el retrato del mismo Doinel. Como dice Colette (la bella chica de la que estaba enamorado Doinel en la segunda parte de la saga y que fue su primer amor) a Antoine sólo le interesan los encuentros pasajeros y que para él la aventura de la vida se termina cuando dos personas se reúnen.

En esta quinta entrega hablarán sobre Doinel, su ex Christine (con la cual se divorcia en este mismo film), Colette (con la cual conversará en el tren porque Antoine se metió ahí sin querer queriendo), Lilian (una alumna de violín de Christine con la cual Antoine también tiene una aventura y es el causal para que Christine termine definitivamente con Antoine), por último Sabine (su novia o enamorada o amiga cariñosa en esta quinta entrega).

Sabine es una muchacha preciosa, inteligente, persuasiva, vendedora en una tienda de discos de vinilo. Su único defecto es estar enamorada de Doinel. Como ella misma dice, esta completamente inmovilizada por él. En la película se distanciarán y hacia el final de la película ocurrirá el amiste siempre de una manera original al estilo Truffaut.

Escena para recordar: Sabine conversando con Antoine Doinel en la escena final de la película

Sabine: Hice el amor contigo porque lo deseaba. Lo deseaba tanto como tú. Pero bueno …. Cuando he preguntado ¿Qué quieres de mi? No haz sido capaz de responderme. Entonces he pensado que debía protegerme. No sé gran cosa de la vida. Pero creo que dos personas que se quieren deberían compartirlo todo … y que en una pareja, ninguno debe sentirse excluido de lo que le ocurre al otro. Porque si no, no entiendo nada del amor. Yo sabía bien lo que esperaba de ti. Y cuando comprobé que no eras capaz de escoger entre la vida conmigo o sin mí, me decidí a tener más cuidado. Intenté endurecerme y no ser demasiado cariñosa. Pero fracasé. Y como me horroriza sufrir, tomé la decisión de no vernos más. Me dejé querer por ti, lo cual fue agradable, y no me arrepiento. Pero sabes la gente que me quiere no falta en mi vida.
Antoine: No permito que me digas todo eso. Sabine yo no soy cualquier cliente.
Sabine: Sí, eres uno entre tantos.
Sabine: Comencé a descubrirlos, incluso antes de que entrarán en la tienda sólo por su forma de mirarme a través del escaparate.
Antoine: Cuando vine aquí, iba en tu búsqueda. Te conocía desde hacía 15 días sin que lo supieras.
Sabine: Es imposible
Antoine: ¿No me crees?
Sabine: Claro que no.
Antoine: Entonces te pido que me escuches. Presta atención.

A partir de este momento Antoine contará una historia tan interesante, medio verosímil e intensa que Sabine caerá rendida a sus pies.

Sabine: Lo recuerdo bien, me pediste un disco que ni existía.
Antoine: Si. Tuve que fingir para probarte a ti … incluso te hice reír.
Sabine: Volviste a venir y te las arreglaste para que me enamorara de ti. Jugaste bien tus cartas. Yo me decía… Me considera como un amigo del regimiento … ni se da cuenta que soy una mujer.
Antoine: Durante todo ese tiempo, mi corazón latía a cien por hora.
Sabine: Jugaste bien … si lo hubiera sabido Antoine … ¿Por qué no me haz dicho nada hasta ahora?
Antoine: Porque toda mi vida he estado acostumbrado a esconder mis emociones, o a decirlo directamente.
Sabine: ¿Era porque no confiabas en nadie?
Antoine: Salvo en ti. Tengo confianza en ti, Sabine. Créeme.
Sabine: Aunque tal vez lo nuestro puede que no dure demasiado …
Antoine: ¿Por qué no?
Sabine: Pero hagamos que sí …
Antoine: Eso, hagámoslo de ese modo
Sabine: Luego veremos
Antoine: Si, veremos

El último metro (1980) Le dernier métro

En Setiembre de 1942 los alemanes ocupan la mitad norte de Francia. En la zona ocupada hay toque de queda permanente por eso para los parisienses es muy importante no perder el último metro.

En el teatro Montmartre están ensayando la obra “La desaparecida”. Falta un actor para el papel de Preceptor, lo han convocado a Bernard Granger quien llega una tarde, es presentado a Marion Steiner quien es la nueva administradora del Teatro ya que su esposo (Lucas Steiner) quien era administrador y director del teatro ha tenido que huir a Sud América por ser judio. Desde que son presentados Bernard la mira de una forma especial a Marion. Cuando comiencen los primeros ensayos donde dicho sea de paso Marion actúa también, nos daremos cuenta que ella también lo mira de manera especial a Bernard cuando lo ve a este coquetear con otras mujeres. Si hay algo que le gusta a Bernard Granger es flirtear con todo lo femenino que ve cerca de él.

Bernard tiene conversaciones a escondidas con un joven, diera la impresión que él fuera espía así como la actriz Nadine y otras personas allegadas al Teatro. Por otro lado, los expectadores descubrimos que Lucas Steiner vive en el sótano del Teatro. Casi todas las noches Marion vuelve al teatro y visita a su esposo, conversan sobre como van los ensayos, él le entrega apuntes para mejorar la obra, hacen el amor, conversan, comen, fuman, hacen planes para que él fugue de París, etc.

La primera función de “La desaparecida” es un éxito. Sin embargo Lucas Steiner, que ha estado escuchando todo desde el sótano, esta molesto porque ha encontrado muchas fallas. Le dice a Marion “Está muy lejos de ser perfecto, te lo aseguro. Creéme desde aquí se aprecian mucho mejor todos los fallos”.

La obra seguirá día a día con un público ansioso por ver la historia de “La desaparecida”.

Algo sucederá entre Marion y Bernard pero eso se los dejo para que vean la película. Además el final los sorprendera.

En una de las películas más premiadas de Truffaut (10 Cesar, Globo de Oro a mejor película extranjera y 1 nominación al Oscar) tenemos a dos grandes: Gerard Depardieu y Catherine Deneuve. Sencillamente sensacionales.

Escena para recordar 1: La actriz Nadine llega tarde un día a los ensayos de “La desaparecida”. Jean Loup le llama la atención y ocurre el siguiente diálogo

Nadine: Lo siento, Marion. Lo siento de veras, Jean Loup.
Jean Loup: No tiene importancia, sólo hace una hora que te estamos esperando. No estamos aquí a tu disposición jovencita. ¿Cuál es tu excusa de hoy, no sonó el despertador?
Nadine: No, estaba doblando.
Jean Loup: No tienes porque aceptar todo lo que te ofrezcan. Tú haces teatro, el doblaje déjalo para las compañeras que necesitan trabajar.
Nadine: Pues yo no me pierdo nada. Estoy decidida a aceptar todo lo que me ofrezcan. Hago programas de radio por la mañana, después doblaje, y por la tarde, de figurante en la Comedia Francesa. Y los jueves interpreto a Moliere para los niños de las escuelas. Y si me ofrecen algún papelito en el cine, diré que sí. Quiero triunfar, y para eso sólo hay un medio, aceptarlo todo, hacer que se fijen en un una, y conocer cada día a gente nueva. Y ahora, si quieren echarme, háganlo, porque Sacha Dietrich busca actrices para su teatro y puedo ir allí.

Escena para recordar 2: En la obra “La desaparecida” se produce el siguiente diálogo entre los personajes principales Helena y el Preceptor, osea Marion Steiner y Bernard Granger

Preceptor: Desde que llegué a esta casa, sólo he oído mentiras. Mentiras que se contradicen horriblemente
Helena: No son mentiras, son agujeros negros. Hace años que intento hallar la verdad. ¿imagina lo terrible que es no saber quiénes somos, ni lo que hemos hecho?. Y más aún, vivir en la angustia de que vuelva a ocurrir. A veces tengo la impresión de que no existo realmente.
Preceptor: Sin embargo, cuando alguien le dice “Helena la quiero”, ¿Por qué se niega usted a escucharle?
Helena: No tengo derecho a amar ni a ser amada.
Preceptor: ¿Y ahora?
Helena: Ahora me acerco al amor, Carl, y sufro. El amor hace daño.
Preceptor: Sí, el amor hace daño. Como las grandes aves de rapiña planea sobre nosotros. Se detiene y nos amenaza. Pero esa amenaza es una promesa de felicidad. Eres hermosa, muy hermosa Helena. Tan hermosa que mirarte es un sufrimiento.
Helena: Ayer decía que era una alegría.
Preceptor: Es alegría y sufrimiento

La mujer de al lado (1981) La femme da cote

Bernard Cournay de 32 años vive con su esposa, Arlette, y su hijo pequeño, Thomas, una “tranquila” vida en el pueblo de Grenoble. Un día se muda frente a su casa un controlador aéreo, Philiphe Bauchard. El nuevo vecino tiene una esposa llamada Mathilde. Desde el momento en que Bernard y Mathilde son presentados, el expectador percibe algo entre ambos, ese no se que difícil de explicar.

Mathilde desde su cuarto observa la casa vecina, específicamente a Bernard. Inclusive busca en la Guía Michelin (esa misma Guía que vemos en “Los 400 golpes” y en “La piel suave”) el teléfono de Cournay. Marca el número, contesta él. Comienzan a conversar y al parecer estamos ante una ex pareja que se esta reencontrando después de tiempo. En efecto ellos habían tenido un gran amor hacia 8 años. La reacción de Bernard Cournay por el teléfono es tratarla un tanto descortés y faltoso a Mathilde, parece que guarda resentimientos del pasado, pero eso no lo sabemos todavía. Y como expectadores seguimos viendo la película a la espera de ver que sucede más adelante entre estos dos. Bernard cuelga el teléfono

A partir de ahí veremos a un Bernard muy nervioso, la llamada de Mathilde lo ha perturbado. El hecho de que ella quiera conversar en otro lugar, que ninguno de los esposos sepa del pasado entre ambos. Las cosas siguen de mal en peor, a Arlette se le ocurre invitar a los nuevos vecinos a una cena en su casa, por supuesto que Bernard se inventa algo para no estar en dicha cena.

Es inevitable que se encuentren y conversen. Eso ocurrirá en el supermercado, ahí ella hablará de que él se iba y venía a cada rato, por eso lo dejó. Él aceptará los reproches de Mathilde y quedarán en que deben ser buenos vecinos y amigos. Sin embargo al despedirse, Bernard se acercará mucho, demasiado a ella y terminará besándola. Ella se desmayará sólo por el beso de su ex loco amor.

Unos días después Mathilde lo vuelve a buscar a Bernard en la cancha de tenis, él siempre tiene un pretexto para escapar. Pero parece que el tipo esta cayendo en el juego de Mathilde. Va a llamarla por teléfono pero suena ocupado el número de ella, esto ocurre porque ella también lo esta llamando a él. Diera la impresión que tienen telepatía. Vuelven a marcar ambos, el teléfono obviamente ocupado para ambos. En la tercera que Bernard marca, contesta ella. Ella lo cita para encontrarse en un hotel.

El cuarto 18, ahí dos amantes dan rienda suelta a un juego peligroso que no se sabe como puede acabar. Se encontrarán más veces en ese mismo cuarto. Sin embargo, la relación de ambos es autodestructiva. Un día Bernard explotará y golpeará a Mathilde en presencia de Bauchard y sus amigos. Ese mismo día Mathilde y Bauchard se irán de la ciudad. Mientras que Bernard le contará a Arlette su loca historia de amor pasado.

Por esas cosas extrañas de la vida, el Sr. Bauchard y su esposa regresan a Grenoble. Como cosa curiosa en el cuarto de Mathilde hay una pintura de una mujer que al parecer se protege de bofetadas de un hombre.

Mathilde cae en una profunda depresión y es internada en una clínica para que le hagan la cura del sueño. Ella no quiere sanar, quiere estar enferma o mejor morirse. Recibirá la visita de su amoroso y comprensivo marido, y la visita irregular de Bernard.

Bouchard cuando nota ya cierta mejoría de Mathilde, decide mudarse (por fin hombre) definitivamente a otra ciudad.

La película acaba con la muerte de Bernard y Mathilde. El final al estilo “La piel suave” y la frase Ni contigo ni sin ti.

Truffaut en su penúltima película nos habla de una historia de un loco amor apasionado y autodestructivo. Con dos actores que se lucen, un joven Gerard Depardieu y una joven Fanny Ardant. Los dos actores se involucran tanto con sus personajes, que los hacen parecer muy creíbles y auténticos. Para los que vieron “La piel suave” y sintieron que falto “algo”, lo mejor sería ver esta película para completar ese “algo”.

Escena para recordar 1: Iniciada la película y con la llegada del nuevo vecino, Bernard conversa con su esposa de algunos cambios por hacer ante esta novedad:

Bernard: … Por cierto. Tendremos que tener cuidado. Nada de hacer el amor en el jardín.
Arlette se ríe
Arlette: O deberemos hacerlo muy en silencio.
Bernard: No, nada de hacer el amor en el jardín. Además, mejor, porque yo cogí una vez un reuma. Me horroriza.

Escena para recordar 2: Bernard no puede dormir por pensar en Mathilde, y se va a la cocina a comer algo. Arlette descubre la ausencia de Bernard en la cama. Lo busca y conversan. Cuando ya van a regresar al cuarto, escuchan a unos gatos haciendo ruidos.

Bernard: Escucha. Son gatos, se pelean.
Arlette: No, hacen el amor como salvajes

Escena para recordar 3: Luego del escándalo provocado por Bernard al golpear a Mathilde, un día conversan Bauchard y ella.

Philiphe Bauchard: Bueno, yo tampoco he comprendido el amor. Claro que los hombres no comprendemos el amor, somos aficionados. Yo te quiero como eres, pero no te comprendo. No he mentido nunca porque es demasiado complicado. Ahora me doy cuenta que vivo con una mentirosa, duermo con una mentirosa, y hago el amor con una mentirosa. Y amo a una mentirosa.

Escena para recordar 4: El psiquiatra conversa con Mathilde

Psiquiatra: … La vida tiene más imaginación que nosotros. Sé que no le digo nada nuevo. Se puede amar o ser amado muchas veces.

Escena para recordar 5: Un día en que Bernard la visita a Mathilde en la cínica, ella le pide que le ponga pilas a la radio, luego él prende el receptor y le dice

Bernard: Ya funciona tu receptor. Me alegra que te intereses por las noticias, por saber lo que pasa en el mundo.
Mathilde: No. Sólo oigo canciones, porque dicen la verdad. Cuánto más idiotas, más verdaderas. Aunque no son idiotas, dicen “no me dejes”, “tu ausencia ha roto mi vida”, o “sin ti soy una casa vacía, deja que sea la sombra de tu sombra”, o bien “sin amor, no hay nada”.

Vivamente el domingo (1983) Vivement dimanche

La última película de Truffaut es una obra de suspenso e intriga al fiel estilo de Hitchcock. Pero Truffaut es Truffaut, el maestro en el arte de hablar acerca del amor y darle un sentido a la película en función a ese tema.

Vivamente el domingo nos muestra a uno de los más grandes actores del cine francés, Jean Louis Trintignant. En el papel de Julien Vercel, dueño de una agencia inmobiliaria. Ocurre un asesinato el día que Julien va de caza. Todas las pruebas indican que el asesino es Vercel. Pero la policía todavía quiere estar segura. Para colmo de males luego de una discusión entre Vercel y su esposa, ocurre el asesinato de esta. Vercel se esconde en el sótano de su empresa, mientras su secretaria Bárbara va a Niza en la búsqueda de armar el rompecabezas que significa el asesinato de la esposa de Vercel y de Massoulier (el tipo asesinado al inicio de la película). El final inesperado de la película satisface. No escribo más para que la vean lo más pronto. Una vez más Truffaut logra un film interesante, intenso, con buenos diálogos.

Escena para recordar: El abogado de Vercel dice lo siguiente en una cabina telefónica

Abogado: … Lo he hecho todo por las mujeres. Porque me gusta mirarlas, tocarlas, olerlas, desnudarlas, y hacerlas disfrutar. Las mujeres son mágicas, señor La Blanche.

Comentarios

Victoria pareja ha dicho que…
Quien es el autor del comentario sobre la película y el incidente en el Cinematógrafo
de Barranco?
David Cotos ha dicho que…
Victoria: El autor es David Cotos, creador de Cine para usar el Cerebro, Observando Cine Peruano y Fundador de Observando Cine.

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