El Incomprendido Orson Welles Parte Final
El Proceso (The Trial)
(Dirigido por Orson Welles – Francia/Alemania/Italia 1962) Joseph K (Anthony Perkins) esta durmiendo, hay dos puertas en el cuarto, una frente a él y otra en la pared del costado. La del frente comienza a abrirse despacio. El Sr. K se despierta por la sensación que algo esta por ocurrir. Un hombre de gorra entra al cuarto y le comunica al Sr. K que se encuentra acusado, pero no le indica los motivos. El Sr. K comienza a desesperarse, quiere botar a este tipo y sus subalternos de su cuarto, piensa que deben ser policías o unos bromistas enviados por la gente que lo envidia en su chamba para desmoralizarlo. Le hacen muchas preguntas que gentilmente el Sr. J responde, cuando él manifiesta las suyas, nadie le da respuesta. K se equivoca y en vez de decir fonógrafo dice pornógrafo. Los agentes escriben en sus apuntes que el Sr. K tiene un pornógrafo en su cuarto. Todo lo que habla el Sr. K queda en los apuntes de esos hombres y puede ser tomado en su contra cuando se inicie el proceso en el que se le acusa de algo, pero el Sr. K no sabe de qué?.
El Sr. K le cuenta a su vecina, la Srta. Burstner (Jeanne Moreau) lo que le ha pasado. Ella piensa que el esta borracho o le esta contando una pesadilla. Cuando va al trabajo, lo siguen fastidiando. Busca un abogado, su tío le sugiere ir donde el Sr. Hastler (Orson Welles), lo malo es que este hombre siempre anda enfermo, aún así siempre tiene clientes. O será por la enfermera (Romy Schneider) que lo cuida, es tan hermosa que el Sr. K no le saca la vista desde que llega donde Hastler.
Pasan los días y el hostigamiento hacia el Sr. K es terrible, el pobre hombre se esta volviendo loco. Se da cuenta que su abogado no le sirve de nada, él requiere alguien dinámico, no alguien que siempre esta echado en la cama enfermo. Acude donde Hastler para decirle que ya no quiere sus servicios, en el camino la enfermera lo envuelve en un mar de ideas que lo dejan atontado, Hastler luego le revela la verdad de todo. El Sr. K no toma una decisión ya que otros lo toman por él.
Una vez más el genio Welles nos envuelve en una película para ver en cámara lenta, por si quieres entenderla, el tema de la justicia y la moral envuelve los diálogos de los personajes. La confusión del personaje central se apodera de los espectadores. Perkins genial en el papel del Sr. K.
(Dirigido por Orson Welles – Francia/Alemania/Italia 1962) Joseph K (Anthony Perkins) esta durmiendo, hay dos puertas en el cuarto, una frente a él y otra en la pared del costado. La del frente comienza a abrirse despacio. El Sr. K se despierta por la sensación que algo esta por ocurrir. Un hombre de gorra entra al cuarto y le comunica al Sr. K que se encuentra acusado, pero no le indica los motivos. El Sr. K comienza a desesperarse, quiere botar a este tipo y sus subalternos de su cuarto, piensa que deben ser policías o unos bromistas enviados por la gente que lo envidia en su chamba para desmoralizarlo. Le hacen muchas preguntas que gentilmente el Sr. J responde, cuando él manifiesta las suyas, nadie le da respuesta. K se equivoca y en vez de decir fonógrafo dice pornógrafo. Los agentes escriben en sus apuntes que el Sr. K tiene un pornógrafo en su cuarto. Todo lo que habla el Sr. K queda en los apuntes de esos hombres y puede ser tomado en su contra cuando se inicie el proceso en el que se le acusa de algo, pero el Sr. K no sabe de qué?.
El Sr. K le cuenta a su vecina, la Srta. Burstner (Jeanne Moreau) lo que le ha pasado. Ella piensa que el esta borracho o le esta contando una pesadilla. Cuando va al trabajo, lo siguen fastidiando. Busca un abogado, su tío le sugiere ir donde el Sr. Hastler (Orson Welles), lo malo es que este hombre siempre anda enfermo, aún así siempre tiene clientes. O será por la enfermera (Romy Schneider) que lo cuida, es tan hermosa que el Sr. K no le saca la vista desde que llega donde Hastler.
Pasan los días y el hostigamiento hacia el Sr. K es terrible, el pobre hombre se esta volviendo loco. Se da cuenta que su abogado no le sirve de nada, él requiere alguien dinámico, no alguien que siempre esta echado en la cama enfermo. Acude donde Hastler para decirle que ya no quiere sus servicios, en el camino la enfermera lo envuelve en un mar de ideas que lo dejan atontado, Hastler luego le revela la verdad de todo. El Sr. K no toma una decisión ya que otros lo toman por él.
Una vez más el genio Welles nos envuelve en una película para ver en cámara lenta, por si quieres entenderla, el tema de la justicia y la moral envuelve los diálogos de los personajes. La confusión del personaje central se apodera de los espectadores. Perkins genial en el papel del Sr. K.
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